El músico español Joan Manuel Serrat celebra este viernes en su Barcelona natal su gran fiesta de despedida, el último concierto de una gira que le llevó durante los últimos ocho meses por América y España antes de bajarse para siempre de los escenarios.
A cuatro días de cumplir los 79 años, pues su aniversario es el 27 de diciembre, Serrat cierra su carrera en la misma ciudad donde la empezó hace ya 58 años, en 1965, con poca vocación de nostalgia y mucho ánimo de fiesta, porque el cantautor barcelonés ha pedido a sus seguidores que lo despidan con alegría.
La gira de "El vicio de cantar" empezó el 27 de abril pasado en el Beacon Theatre de Nueva York y siguió luego por Miami, Puerto Rico, República Dominicana, México, Colombia, Costa Rica, España, Venezuela, Ecuador, Argentina, Chile, Perú y Uruguay.
Serrat ha agotado entradas a gran velocidad y ha visto redoblar fechas, hasta llegar a las cifra final: 74 conciertos entre América y España.
La ciudad con más conciertos ha sido Buenos Aires, con cinco recitales muy emotivos en los que narró anécdotas de su larga relación con Argentina, algo que también ha hecho en otras muchas ciudades de Latinoamérica, su segunda casa.
Hoy vuelve a la primera casa, donde si hace lo mismo que en las ocasiones anteriores, elegirá unas veinte de las setenta canciones de su repertorio sin dejarse probablemente "Mediterráneo", "Lucía" o "Aquellas pequeñas cosas", u otras como "Hoy puede ser un gran día", "Para la libertad" o "Fiesta".
"Se acabó, que el sol nos dice que llegó el final", cantará esta noche Serrat en el emblemático Palau Sant Jordi de Barcelona rodeado de sus amigos y seguidores, entre los que tiene previsto estar el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.