Unas declaraciones del ministro alemán de la Cancillería, Helge Braun -que no descarta restricciones para no vacunados- ha desatado un debate en Alemania sobre un posible paso en esa dirección que algunos consideran que sería contrario a la constitución
"Los vacunados tendrán más libertades que los no vacunados", dijo Braun en declaraciones al dominical "Bild am Sonntag".
Braun agregó que, en caso de que sigan subiendo las infecciones, los no vacunados tendrán que volver a reducir sus contactos, pese a la estrategia de test masivos que ha seguido Alemania en los últimos meses.
"Eso puede significar que determinadas ofertas como visitas a restaurantes, al cine o estadios no sean posibles para no vacunados, aunque tengan un test negativo, porque el riesgo sería demasiado grande", aseguró.
La propuesta de Braun generó reacciones negativas del Partido Liberal (FDP), del socio menor de la coalición de Gobierno, el Partido Socialdemócrata (SPD), e incluso del presidente de su propio partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), Armin Laschet.
"Hasta ahora ha regido el principio de que vacunados, personas con un test negativo y con certificado de haber superado la enfermedad tengan el mismo trato para acceder a determinados actos", dijo Laschet en una entrevista con la Segunda Cadena de la Televisión Alemana (ZDF).
"Ese principio es correcto. En un estado liberal no puede haber derechos solo para determinados grupos", agregó.
El jefe del grupo parlamentario del SPD, Rolf Müntzenich, por su parte, se declarado extrañado de la propuesta y dijo que el centro de atención debía estar en aquellas personas que quieren vacunarse pero no han podido hacerlo.
"Con amenazas no cambiaremos la actitud de alguna gente ante las vacunas. Además, para darle un trato desigual a vacunados y personas con test negativo existen serios impedimentos constitucionales", agregó en declaraciones a medios del grupo RND.
El vicepresidente del FDP, Wolfgang Kubicki, dijo que lo que propone Braun es introducir la vacuna obligatoria de manera disimulada.
"Crear derechos fundamentales para personas de primera y de segunda clase es inconstitucional", agregó Kubicki en declaraciones a medios del grupo Funke.
La incidencia semanal en Alemania está actualmente en los 13,8 contagios por 100.000 habitantes, según los últimos datos del Instituto Robert Koch (RKI) de virología.
Pese a que el nivel es relativamente bajo, la tendencia al alza preocupa. El 6 de julio la incidencia semanal había registrado su nivel más bajo con 4,9 contagios por 100.000 habitantes.
"Si la incidencia sigue subiendo será difícil mantener los contagios fuera de los colegios", dijo Braun, quen llamó a padres de familia y a personal educativo a vacunarse.
Asimismo, el ministro se mostró partidario de mantener la obligación del uso de mascarillas en el transporte público, en espacios cerrados y durante las clases.
Braun teme que el aumento de la incidencia pueda llevar a que se produzcan hasta 100.000 contagios diarios en septiembre y una incidencia semanal de 850 contagios por 100.000 habitantes.
En las últimas 24 horas las oficinas de sanidad en Alemania reportaron 1.387 nuevos contagios de coronavirus frente a los 1.292 de la semana anterior.
Un 48,5 por ciento de la población en Alemania ha recibido la pauta completa de la vacuna contra el coronavirus y el 60,6 por ciento la primera dosis.
Desde el comienzo de la pandemia se han registrado en Alemania 3.760.992 casos confirmados de coronavirus y 92.001 personas han muerto por causas relacionadas con la enfermedad.