Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español | Foto: EFE/ Emilio Naranjo.
El socialista Pedro Sánchez trasladó este miércoles su "última palabra" a Pablo Iglesias, líder de la formación izquierdista Unidas Podemos (UP), y le comunicó que no les cederá las competencias que exigen para entrar en un Gobierno de coalición y apoyar su investidura como presidente.
Sánchez llamó a Iglesias y le trasladó ese mensaje, después de que las negociaciones entre ambos partidos quedaran interrumpidas a menos de 24 horas de la segunda votación en el Congreso para investir al candidato socialista, informaron fuentes de UP.
El presidente del Gobierno en funciones confirmó poco después la llamada, en la que le insistió en que la última oferta realizada es una "buena oferta", según fuentes socialistas, que reiteraron la necesidad de desbloquear la situación para que "España siga avanzando".
Para llegar a un acuerdo, la formación de Iglesias reclama las competencias de Hacienda, Trabajo, Transición Ecológica e Igualdad, además de una vicepresidencia que iría para Irene Montero, "número dos" de la formación, hasta el momento la única petición aceptada por el Partido Socialista (PSOE).
Representantes de ambos partidos mantienen desde ayer negociaciones contra el reloj y en secreto en busca de un acuerdo que les permita cerrar una coalición de gobierno y evitar la repetición de las elecciones.
La reunión para alcanzar un acuerdo sobre la investidura de Sánchez se suspendió sin que se produjera un entendimiento entre las partes, después de que UP denunciara que los socialistas no quieren compartir "ninguna competencia social".
"Unidas Podemos no quiere entrar en el Gobierno a cualquier precio", aseguraron fuentes de la formación.
Por su parte, el PSOE decidió interrumpir la negociación a la espera de que el partido liderado por Pablo Iglesias dé una pronta respuesta a su nueva oferta, que los socialistas consideran un avance para un Gobierno de coalición.
Sin embargo, UP recuerda que "para aproximar posiciones con el PSOE" ellos ya renunciaron a los ministerios de Estado como Interior, Justicia o Exteriores y aceptaron también el veto de Pedro Sánchez a Iglesias, "algo inédito en los acuerdos de gobiernos de coalición".
Las conversaciones están en manos de dos personas de la máxima confianza de los líderes de ambos partidos: Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno en funciones, por PSOE, y Pablo Echenique, secretario de Acción de Gobierno e Institucional de Podemos.
Las negociaciones se han intensificado después de que Sánchez no consiguiera ayer el apoyo del Congreso para renovar su mandato al frente del Ejecutivo, al lograr 124 votos a favor, frente a 170 negativos y 52 abstenciones.
En medio del secreto absoluto que mantienen los responsables de ambos partidos (se ignora hasta el lugar donde tienen lugar las reuniones) el ministro de Exteriores en funciones, Josep Borrell, confió hoy en que haya un Gobierno "cuanto antes".
El plazo límite para las negociaciones es las 14.30 (12,30 GMT) de mañana, jueves, la hora en la que el Congreso tiene previsto celebrar la segunda votación.
En caso de que fracase, el rey Felipe VI tendría que proponer un nuevo candidato, cuya investidura sería llevada al Congreso en septiembre.
Si transcurridos dos meses desde la primera votación de investidura ningún candidato hubiera obtenido el respaldo de la Cámara, el Parlamento quedaría automáticamente disuelto y se convocarían nuevas elecciones que se deben celebrar 47 días después, en este caso el 10 de noviembre.
A la espera de los resultados de las negociaciones, el Partido Socialista aplazó la reunión de su Ejecutiva, prevista inicialmente para hoy, y que finalmente también tendrá lugar mañana.
