El gigante tecnológico surcoreano Samsung Electronics anunció que invertirá unos 171 billones de wones (unos 151.000 millones de dólares) en su negocio de chips lógicos y de fabricación de semiconductores en un momento de escasez global de estos últimos.
El plan supone un incremento de unos 38 billones de wones (unos 33.560 millones de dólares) con respecto al ya anunciado en ese sentido en 2019, según explicó la empresa en un comunicado.
Mediante esta estrategia Samsung espera convertirse en líder mundial en chips lógicos para final de la década.
También pretende ampliar su cuota de mercado como fabricante de circuitos integrados, de los que es el segundo mayor fabricante del mundo, aunque bien por detrás de la taiwanesa TSMC, que copa el 56 % de los pedidos globales, frente al 18 % de Samsung, y que también ha dicho que invertirá unos 100.000 millones de dólares en nuevas plantas.
El anuncio de Samsung llega el mismo día en que el Gobierno surcoreano ha dicho que proveerá un programa de incentivos y subsidios a fabricantes de chips nacionales para hacer inversiones de capital por un valor combinado de 510 billones de wones (unos 450.330 millones de dólares) de aquí a 2030.
El plan busca mejorar la posición de Corea del Sur -cuyas exportaciones dependen de este sector en un 20 %- en el mercado global, afectado ahora por un cuello de botella.
En esa misma reunión donde se anunció el plan de incentivos públicos, la también surcoreana SK hynix, segundo mayor fabricante de chips de memoria tras Samsung, dijo estar meditando duplicar su capacidad de fundición para circuitos integrados mediante nuevas instalaciones y posibles fusiones y adquisiciones, informó la agencia Yonhap.
Samsung y SK hynix tienen sus respectivas plantas de fundición de circuitos integrados en Estados Unidos y China.