La cardióloga Mónica Rosario aseguró este miércoles que el consumo de alcohol tiene incidencia en que los bebés nazcan con una cardiopatía congénita.
Según la Fundación Española del Corazón, las cardiopatías congénitas son un grupo de enfermedades caracterizados por la presencia de alteraciones estructurales del corazón, producidas por defectos en la formación del mismo, durante el periodo embrionario.
“Bueno en las cardiopatías congénitas, más el alcohol que el mismo cigarrillo, tiene una incidencia en lo que es las trascripciones genéticas”, manifestó al ser cuestionada sobre cómo influye el consumo de alcohol y cigarrillos en la generación de cardiopatías congénitas.
En ese sentido, Rosario sostuvo que la transcripción genética se da en la formación de un bebé, donde hay genes que vienen de la madre y genes que vienen del padre, los cuales son abordados por un sistema que va “escribiendo” o formando el ADN de cómo se va a desarrollar ese infante.
“Y de ahí depende de cómo se van formando los diferentes órganos, un error en la forma en la que eso se escribe genéticamente para formar el bebé, puede entonces desarrollar este tipo de cardiopatía, no solo la cardiopatía sino un sinnúmero de enfermedades congénitas en todo el organismo, pero cuando hablamos de cardiopatías congénitas el alcohol sí tiene un efecto en cuanto a lo que es la trascripción de esta información que pasa de la madre al bebé que le dice al cuerpo cómo se va a formar”, precisó.
En cuanto a los defectos congénitos que tienen que ver con la cardiopatía, la cardióloga detalló que hay algunas cardiopatías leves, como la de unos agujeros en el corazón porque una pared de órgano no se formó adecuadamente y otra es cuando el bebé nace con las válvulas del corazón cerradas o muy limitadas, lo que produce insuficiencia el flujo sanguíneo de su corazón.
“Muchos de los defectos o de estos problemas que son muy complejos, se diagnostican al inicio en la infancia primaria porque el niño tiene problemas para succionar, se cansa cuando está tomando el seno, por ejemplo, la mamá tiene que detenerse, (el lactante) se pone sudoroso. Estos son los defectos que son bien complejos”, destacó.
La doctora explicó que en lo niños es más difícil determinar qué tanto puede hacer sin que el corazón le trasmita que se está agotando, mientras que, en los adultos hay otras escalas más estandarizadas, por ejemplo, si el paciente presenta falta de aire o cansancio con esfuerzo moderado como cambiarse de ropa.
Asimismo, informó que existen pocos especialistas en cardiopatía congénita en adultos, ya que según dijo es una especialidad nueva porque generalmente los niños con esa afección fallecían antes de llegar a la edad adulta.