"Es una forma de Gobierno en la que el poder político es ejercido por los ciudadanos". De esa forma el Diccionario de la lengua española define a la democracia. Según Freedom in the World 2019, basado en el principio democrático, de 195 países evaluados, 86 (44 %) son libres, 59 (30 %) parcialmente libres y 50 (26 %) no libres.
Michel Wievioeka, director de estudios en la Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales (EHESS) de Francia, consideró, al preguntarle si la democracia es el mejor sistema posible, que a pesar de que esta forma de Gobierno no es capaz de resolver todos los problemas, es el mejor entre los que se conocen.
"La fuerza de la democracia es la de proponer de vivir juntos, pero que cada uno sea capaz de ser sujeto de su existencia, de existir como individuo; y eso es muy importante", expresó durante su intervención en El Matutino Alternativo, de Fidelity 94.1 FM.
Otro beneficio que tiene la democracia para el pensador francés es que permite discutir los temas y ver cuáles son las mejores, o las menos peores, soluciones. Dijo que la democracia necesita tiempo, dinero, energía, estado derecho, entre otras cosas, para funcionar.
"La democracia no puede resolver los problemas económicos fácilmente. Hay un problema importante, la democracia en general, dentro del cuatro del estado nacional, vivimos en la globalización, el cuadro de la democracia no es el cuadro de la globalización. La democracia tiene dificultades cuando se trata de un grupo dentro de un país que quiere ser independiente", señaló.
Wievioeka apuntó que otra dificultad que tiene la democracia es la de enfrentar amenazas graves como el terrorismo o la corrupción.
Para el economista mexicano Rolando Cordera los ciudadanos, inevitablemente, deben exigirles a los Gobiernos que emanan de la democracia que combatan la corrupción, que hagan valer los derechos de todos, defiendan y protejan a los más débiles y vulnerables.
Expresó que es una "tontería" creer que la democracia no tiene nada que ver con la economía cuando todos tienen que ver con esta todo el tiempo, si se entiende a la economía como la manera en que las personas se organizan para sobrevivir y progresar.
"Pedirle, exigirle a un Gobierno emanado de la democracia que lleve a cabo, por ejemplo, políticas contra el ciclo económico, políticas en favor del empleo, políticas en favor de la protección social, sé es coherente con los principios democráticos. Lo que es cierto es que no le podemos pedir a la democracia ni a ningún sistema político es que haga milagros", expresó.
"La economía es siempre conflicto, es siempre disputa distributiva, muchas veces es escasez de recursos y concentración y monopolio de otros recursos. Esa es la vida diaria y con esa tiene que lidiar la democracia, pero la democracia no puede hacerse a un lado. Pero la democracia en abstracta porque de lo que debemos hablar es de Gobierno emanados de la democracia", agregó.
Rolando Cordera definió a la democracia como un sistema político, un mecanismo para definir el poder, para definir su renovación renovar y reglamentar su ejercicio.
"De ahí en adelante, los responsables son los gobernantes, sin menos cabo que, quizás en América Latina en particular, pero en general, lo que hemos tenido que constatar en estos últimos años es también un déficit de responsabilidad ciudadana. Los ciudadanos como que no quieren hacerse cargo de su participación de un proceso que por su definición es participativo y colectivo", finalizó.
Tanto Wievioeka como Cordera participaron en el coloquio “La inserción de América Latina en una globalización en crisis”, que se desarrolla en la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode).