En la cumbre sobre "La protección de los menores en la Iglesia" que se celebrará este mes en el Vaticano se insistirá en la toma de responsabilidad, en que existan métodos efectivos para las denuncias y sobre todo en la transparencia, según explicó hoy martes uno de los miembros del comité organizador, Hans Zollner.
Este sacerdote, presidente del Centro para la Protección de Menores de la Pontificia Universidad Gregoriana y miembro del comité organizador de la reunión que se celebrará del 21 al 24 de febrero con los representantes de la Iglesia de todos los países, explicó en a la prensa que se tratará sobre todo de un cita "educativa".
Zollner, que ya es miembro de la comisión pontificia sobre la protección de menores creada por el papa Francisco, apuntó que en el primer día de la reunión se abordará la necesidad de la "responsabilidad" de los obispos o superiores generales.
En otra de las sesiones también se insistirá en que haya "métodos efectivos" para aplicar el derecho canónico sobre estos casos.
Este experto alemán sobre los abusos a menores en la Iglesia explicó que el tercer día se abordará la obligación de "transparencia en los procedimientos internos de la Iglesia, pero también con las autoridades civiles, la opinión pública y todo el pueblo de Dios".
Zollner aseguró que lo que necesita la Iglesia es "un cambio de comportamiento" ya que las leyes ya existen, "aunque serviría algún cambio jurídico", matizó.
El teólogo alemán puso el ejemplo de la Declaración de los Derechos de los Niños que aprobaron casi todos los países de las Naciones Unidas, pero que luego nadie cumple.
"Llegar al cambio de comportamiento es algo mucho más difícil que introducir una ley y pensar que esto solucionará el problema", agregó Zollner.
Respecto a las declaraciones de Francisco referentes a rebajar la "expectativas" de esta reunión, Zollner agregó que "si pensamos que con una ley desaparecerá todo el mal de una vez y para siempre estamos equivocados, porque esto no esta en nuestras manos".
Subrayó la importancia de que cómo ha pedido el comité organizador los representantes de las Conferencias Episcopales de cada país se reúnan antes de esta cumbre con las víctimas.
"Cuando uno encuentra a las víctimas y las escucha y oye su grito de ayuda y su llanto, las heridas de la psique, del cuerpo y del corazón y de su fe, no puede quedar como antes".
Aunque admitió que en cuatro días no se puede cambiar la Historia de la Iglesia, aseguró que esta reunión dará la ocasión de "hacer algo importante".
Zollner aseguró que el papa seguirá personalmente todas las sesiones, que está muy interesado en cómo se está organizando y que ha puesto "la lucha contra los abusos como prioridad en la agenda de la Iglesia".
En el Vaticano se darán cita durante cuatro días, en una reunión considerada histórica, los presidentes de las Conferencias Episcopales de cerca 130 países, los superiores generales de congregaciones y grupos de víctimas.