"¡Coño!", así exclamó Genaro Peguero, padre de la adolescente asesinada Emely Peguero, tras escuchar la condena de cinco años dictada contra Marlin Martínez, quien cumplirá su sentencia en el Centro corrección y rehabilitación Rafey–Mujeres, en la provincia de Santiago de los Caballeros, por sustracción y ocultamiento de cadaver.
Peguero, visiblemente molesto, salió de la sala del Palacio de Justicia de San Francisco de Macorís y no pudo responder a las preguntas de los periodistas.