Federico Quique Antún, presidente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) | Foto: Kelvin de la Cruz
El presidente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) llamó al Gobierno del presidente Luis Abinader a enfocarse en detener la inmigración “masiva e irregular” de haitianos, la que dijo pone en peligro la soberanía nacional.
Federico "Quique" Antún explicó que si las actuales autoridades no actúan a tiempo ante este grave problema que enfrenta el país, “se nos vendrá encima la incertidumbre y el caos, y perderemos los valores que nos definen como nación”.
“Si seguimos de permisivos, aceptando la masiva inmigración ilegal haitiana con todas sus consecuencias, para luego dotarles de documento de identidad a costa del presupuesto nacional, muy pronto tendremos los espacios de Poder copados por ellos, modificando nuestra Constitución, nuestras leyes e instituciones, para que un haitiano dirija los destinos nacionales”, agregó.
El líder reformista apuntó que “eso no debemos permitirlo” y se preguntó a seguida: ¿Acaso es eso lo que nos enseñaron nuestros Padres de la Patria, Duarte, Sánchez y Mella? ¿Son esas prácticas y valores sociales las que vamos a dejarles a nuestros descendientes?. ¿Acaso seguiremos permitiendo que esas acciones anómicas y anómalas continúen permeando nuestra sociedad, sustentada en valores cristianos, hasta llegar a socavarla?
Explicó que actualmente la República Dominicana sufre una especie de invasión pacífica de parte de la población haitiana, y han logrado insertarse en todos los sectores de la sociedad.
En ese sentido, manifestó que hasta finales del siglo XX, los haitianos solo se veían en las actividades agrícolas en provincias específicas, fundamentalmente en zonas cañeras y cafetaleras, y tímidamente en el sector de la construcción.
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“Hoy, la población haitiana está presente en todas las actividades productivas del país; y ya permean nuestras sanas costumbres sociales y culturales”, señaló.
Indicó, además, que esa migración masiva e irregular ha traído al país aspectos negativos en la salud, en lo ético y moral, “en las prácticas socio culturales y en nuestra composición demográfica”.
El presidente del Partido Reformista entiende que ante esta realidad descrita, “lo menos que debemos hacer como Estado, es establecer una nueva y estricta política migratoria, por vía de la cual impongamos fuertes controles fronterizos y migratorios, en una frontera abierta, porosa, débil, con escasos controles, entre dos países con diferencias históricas que han sido tierra fértil para el conflicto”.
Quique Antún defendió la construcción de un muro fronterizo, que según explicó, implicaría no sólo levantar una barrera física, sino también, “de un muro de oportunidades sociales y económicas; que se conviertan en contención y regulación del paso de haitianos hacia nuestro territorio”.