El béisbol de las Grandes Ligas se mantiene en paro desde el 2 de diciembre por la falta de un nuevo convenio laboral, lo que ha llevado a la Asociación de Jugadores y a los dueños de los equipos a sentarse en la mesa de negociación con diversas propuestas, entre ellas prohibir las formaciones defensivas del infield.
En un escenario donde el tema principal gira alrededor del ámbito económico, una propuesta de este tipo pareciera no tener importancia o relevancia, pero pensar de esta manera es estar lejos de la realidad.
Uno de los principales factores por los cuales el béisbol de Grandes Ligas es señalado, es por la lentitud y lo largo que suelen ser los partidos, lo que ha empujado a la Major League Baseball (MLB) a buscar alternativas que agilicen el juego y lleven más acción al terreno, un objetivo para el cual es necesario una mayor contribución ofensiva.
Las formaciones defensivas mueven la mayor cantidad de jugadores del cuadro interior a las zonas por donde con más frecuencia o fortaleza suele pegarle un jugador de ofensiva a la pelota, limitando de esta manera su espacio para conectar de hit.
En este tipo de formación, si un jugador es zurdo, el dirigente suele mover al defensor de la tercera base a la parte media del jardín derecho, juntando en esa banda del terreno al jardinero derecho, al defensor de la segunda almohadilla, al inicialista y jugando en posición media.
Pero también cargado hacia esa zona se mueve al campocorto y al jardinero central, lo que hace más difícil la posibilidad de que el bateador pegue de imparable por esa zona del terreno.
En el caso de que el bateador sea derecho, los jugadores se mueven hacia el lado izquierdo del diamante.
En una ocasión, tras su retiro, el exgrandes Ligas David Ortiz indicó que de no existir las formaciones defensivas habría conectado más de 3.000 imparables en su carrera.
En su paso por las mayores, Ortiz bateó 2.472 hits, una muestra de que pudo superar la implementación de esta herramienta de la defensa, pero no es menos cierto que muchos de sus batazos terminaron en manos de un defensor que fue posicionado hacia el lado derecho del terreno.
Si se da la eliminación de esta herramienta, MLB apostará por un juego más ofensivo, en el cual los peloteros cuenten con más espacios para conectar hits y por ende esto atraiga a los fanáticos jóvenes que buscan disfrutar de más acción en los partidos.
Otro de los aspectos con los que contribuiría la eliminación de las formaciones defensivas es que los jugadores serían más agresivos en la caja de bateo, lo que, según el exjugador de Grandes Ligas Will Middlebrooks se convertirían en turnos más cortos al bate, agilizando el proceso de duración de los partidos.
“Podría significar más contacto antes de los conteos, lo que significa 5 o 6 lanzamientos menos por turnos al bate”, explicó el ex miembro de los Medias Rojas de Boston y los Filis de Filadelfia en un mensaje en su cuenta de la red social Twitter.