El presidente de Rusia, Vladímir Putin, echó hoy una mano a su homólogo estadounidense, Donald Trump, al afirmar que él no vio "nada comprometedor" en la polémica conversación telefónica de éste con el mandatario de Ucrania, Vladímir Zelenski, que ha motivado la apertura de un proceso de juicio político contra el líder de EE.UU..
"Por lo que sabemos, yo no veo nada comprometedor. El presidente Trump se dirigió a su homólogo con la petición de que se investiguen presuntas transacciones corruptas del liderazgo anterior. Es definitivamente la obligación de cualquier líder" hacer esto, declaró Putin durante la sesión plenaria de la Semana Energética de Rusia.
"Todo el mundo tiene el derecho a saber si hubo corrupción o no. Yo no he visto en esa llamada telefónica en absoluto que el presidente Trump haya exigido material comprometedor a Zelenski a toda costa y amenazando con limitar" la ayuda militar de su país a Kiev, añadió.
El presidente de EE.UU. pidió en una conversación telefónica el pasado 25 de julio a Zelenski que investigase al exvicepresidente y precandidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, y a su familia por presunta corrupción en Ucrania.
Trump, además, bloqueó una transferencia millonaria en ayuda militar a Kiev hasta semanas después de la llamada, que motivó una queja interna de un agente de la CIA y el inicio de un proceso para un juicio político en contra el presidente de EE.UU..
La Casa Blanca publicó finalmente la conversación. Putin dijo haber aprendido en su "carrera anterior" en el KGB soviético que todas las conversaciones pueden salir a la luz, pero dejó claro que él no lo aprueba porque "hay cosas que son confidenciales".
Explicó que aún así dio permiso a la Casa Blanca cuando algunos legisladores demócratas apuntaron a la posibilidad de que Trump pudiera haber hecho promesas escandalosas a Putin en Helsinki y exigieron que compareciera la intérprete, la única que tenía notas sobre la reunión que ambos líderes celebraron a solas.
En opinión de Putin, en EE.UU. los demócratas "han utilizado cualquier pretexto para atacar a Trump", y después de que el informe del ya ex fiscal especial Robert Mueller "probara que no hubo conspiración entre el presidente Trump y nosotros" para ayudarle a ganar en 2016 las elecciones a la demócrata Hillary Clinton, "ahora han encontrado un nuevo pretexto: Ucrania".
Mueller no halló pruebas de una conspiración, pero no descartó la interferencia rusa.
Putin recalcó que Rusia "no ha tomado ni un solo paso destructivo hacia EE.UU." y que a Moscú no le interesa interferir en ningunas elecciones, tampoco en las estadounidenses de 2020.
"Le cuento un secreto", bromeó Putin al dirigirse al moderador de la sesión plenaria. "Sí, vamos a intervenir definitivamente" en las elecciones estadounidenses de 2020. "Pero, por favor, no lo diga a nadie", ironizó.
Sostuvo que Rusia tiene "muchos problemas propios que resolver" y que estos son "su principal foco de atención". "Así que ¿por qué intervenir en las elecciones de algún país?", se preguntó Putin.
"Trabajaremos con el presidente que elijan los estadounidenses. Si es el señor Trump, seguiremos trabajando con él. Si no es así, trabajaremos con otra persona", recalcó.
Putin confió en que se impondrá el "sentido común" y los "vastos intereses" de EE.UU. y los lazos bilaterales "volverán a la normalidad", al tiempo que reveló que entre él y Trump "nunca ha habido ninguna afinidad o relación especial", sino unos lazos "estables y basados en la confianza".