La capital haitiana estuvo ayer miércoles paralizada y fue escenario de multitudinarias manifestaciones, actos de vandalismo y saqueos, horas después de que se informara de cuánto subirán los precios de los carburantes en el país.
En un día caluroso y con las carreteras bloqueadas por las barricadas, Puerto Príncipe vivió una nueva jornada de paralización de todas las actividades, tanto de instituciones públicas como de empresas privadas.
A la vez, miles de personas se manifestaban por las calles de la capital para exigir que el Gobierno revierta su decisión de aumentar el precio de los derivados del petróleo.
Sin anunciar aún la fecha de aplicación de los nuevos precios, hoy se comunicó que, por galón, la gasolina pasará a costar 570 gourdes (4,83 dólares), el diésel 670 gourdes (5,75 dólares) y el queroseno 665 gourdes (unos 5,65 dólares).
Por el momento, no se sabe lo que costará el transporte público tras esta subida de los combustibles, que también hará incrementarse el precio de los productos de primera necesidad en el país más pobre de América.
"El ajuste del precio de la gasolina es la única forma de acabar con el mercado negro", aseguró en su cuenta de Twitter el Ministerio de Comunicación y advirtió de que se tomarán medidas contra todo aquel que esté involucrado en esas actividades ilegales y en el desvío de productos derivados del petróleo.
En menos de un año, el Gobierno del primer ministro, Ariel Henry, ha aumentado dos veces el precio de los combustibles en los surtidores, lo que ha encarecido aún más el coste de la vida en un país sumido en una crisis sociopolítica y económica sin precedentes y una violencia extrema.
En diciembre de 2021, cuando el Ejecutivo anunció la anterior subida, prometió mejorar las condiciones de vida de los haitianos y construir infraestructuras escolares, viales y sanitarias, unas promesas que por ahora no se han materializado.
En al menos los últimos tres meses la población sufre una importante escasez de combustibles, algo que, según los manifestantes, provocan las mismas autoridades cuando quieren aumentar el precio de los combustibles.
En sus protestas antigubernamentales de hoy, los participantes levantaron barricadas y les prendieron fuego, al tiempo que fueron saqueadas algunas tiendas.
También hubo manifestaciones en otras localidades como Cayes, Petit-Goave y Jérémie, en las que se vivió una jornada de tensión y de paralización total de las actividades.
En Petit-Goave, a pocos kilómetros al sur de Puerto Príncipe, se produjeron actos de vandalismo contra sedes de empresas, entre ellas la Banque Nationale de Crédit, Electricité d’Haiti y Sogebank, y se quemaron documentos en el Tribunal de Paz.
En contraste con la falta de la reacción del Gobierno ante las manifestaciones en su contra, algunos antiguos cargos del país sí se han pronunciado al respecto.
"Estoy convencido de que quienes atizan el odio con sus palabras, alimentan el fuego de la revuelta y provocan el caos como forma de obtener el poder no lo hacen en el interés" de Haití, escribió el expresidente Jocelerme Privert en Twitter.
Para el antiguo primer ministro Claude Joseph, "no es posible en la (situación de) calamidad en la que nos encontramos que Ariel Henry decida duplicar la miseria del pueblo, una forma de complacer a los oligarcas".
"Las manifestaciones que tienen lugar en todo el país demuestran que la población no confía en la transición", continuó Joseph y exigió la dimisión de Ariel Henry, que, en su opinión, ha fracasado.