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El acoso escolar, más conocido por su denominación en inglés bullying, es una forma de maltrato entre estudiantes y que según la Asociación Americana de Psicología (Apa, en inglés) se manifiesta de manera física, verbal o social.
Este tipo de maltrato ha existido desde hace muchos años, pero no fue hasta que el psicólogo noruego Dan Olweus acuñó el término y es el pionero en la investigación sobre el acoso escolar y experto en esa área a nivel mundial.
Puede que algunos consideren que el acoso escolar por un lado es “positivo" porque "ayuda" a la víctima a hacer frente a la situación por la que está pasando. Sin embargo, eso no siempre puede suceder.
El psicólogo Luis Bergés dijo que hay que entender la escuela como un centro de formación donde a la vez ocurre violencia y recibe violencia.
La puede generar por el tipo de estructura, por la ideología de dominación, por la imposición de ciertas conductas y controles que no tienen sentido en el contexto actual. Pero recibe violencia porque es descalificada, por la indiferencia en como en el hogar se forman a los niños, entre otros.
Bergés precisó que los temas hay que visualizarlos porque de ese modo se puede abordar el problema y tomar acciones en alguna medida, situación que, consideró, no ha pasado con el acoso escolar.
"Primero, porque la gente lo sigue viendo como cosa de muchacho, como cosas normales que ocurren entre muchachos, pero no nos damos cuenta que toda conducta violenta por pequeña que sea tiende a escalar", expresó en La Receta Médica.
El experto en salud mental precisó que no es positivo que una persona que sufre acoso escolar, responda con más violencia.
Por otro lado, el también psicólogo César Zapata dijo que es negativo que se responda con más violencia durante el bullying porque el niño va a establecer como mecanismo de defensa la violencia en futuros escenarios.
Zapata indicó que existe una diferencia entre agresividad y violencia. Afirmó que hay una agresividad adaptativa, que implica ese potencial hereditario y evolutivo propio de la especie que le permite insertarse en términos sociales. Dijo que ese componente debe estar presente en todas las actividades del ser humano como un manera de competir.
Mientras que la agresividad se convierte en violencia cuando hay un intención de dañar al otro.
Zapata consideró que la violencia no ha disminuido, sino que es más sofisticada, donde lo que ha cambiado son los instrumentos o herramientas para agredir a otro.
