La vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (HPV) es reconocida mundialmente como una intervención fundamental para reducir las enfermedades relacionadas con este virus, como el cáncer cervical, el cáncer de pene, anal, y orofaríngeo, además de las verrugas genitales. En la República Dominicana, sin embargo, la cobertura de vacunación contra el HPV sigue siendo baja y está dirigida exclusivamente a niñas en edad escolar, entre los 9 y 12 años. Este enfoque excluye a los niños y a otros grupos en riesgo, como los adolescentes y adultos jóvenes, limitando el alcance de los beneficios potenciales de la vacunación.
¿Por qué se debe incluir a los niños?
Incluir a los niños en la vacunación contra el HPV en el sistema de salud pública de la República Dominicana no solo beneficiaría a quienes se vacunen directamente, sino que también contribuiría a una inmunidad comunitaria más sólida, reduciendo así la transmisión del virus. La evidencia muestra que el HPV es altamente contagioso y que tanto hombres como mujeres son transmisores y receptores del virus. Un estudio reciente destaca que aproximadamente el 45% de los hombres pueden ser portadores de algún tipo de HPV, y alrededor del 35% alberga tipos de alto riesgo, como el HPV-16 y el HPV-18, los cuales están asociados con diversos tipos de cáncer.
Además, la vacunación en hombres no solo disminuye la incidencia de verrugas anogenitales en un 89%, sino que también ha demostrado ser eficaz en prevenir neoplasias intraepiteliales en hasta un 91% de los casos, según una revisión sistemática publicada en Vaccines . Dado que los hombres actúan como portadores silenciosos del virus, la inmunización en este grupo tendría un impacto significativo en la reducción de la transmisión, protegiendo indirectamente a las mujeres y contribuyendo a reducir las tasas de cáncer cervical en el país.
Comparación internacional y ejemplos exitosos
Países como Australia, el Reino Unido y Canadá han implementado con éxito programas de vacunación de género neutro, dirigidos tanto a niños como a niñas. En Australia, donde la cobertura de vacunación supera el 80% en adolescentes de ambos géneros, se ha observado una drástica reducción en la incidencia de infecciones de HPV de alto riesgo, así como una disminución en el número de verrugas genitales y precánceres de cuello uterino en mujeres jóvenes. Estos resultados demuestran que la vacunación inclusiva es una medida efectiva para reducir la carga de enfermedades relacionadas con el HPV a nivel nacional .
Por otro lado, en América Latina, Uruguay es uno de los pocos países que ha adoptado una política de vacunación de género neutro, implementada en 2019. Esta decisión se basó en evidencia científica y en los resultados observados en países como Australia, lo que permitió que las autoridades uruguayas reconocieran el valor de la vacunación masculina para reducir la incidencia de HPV en toda la población. La experiencia de Uruguay podría servir como un modelo para la República Dominicana, donde los datos epidemiológicos muestran una alta prevalencia de HPV en hombres y mujeres.
Barreras actuales y estrategias para superarlas
Existen diversas barreras que limitan la implementación de una política de vacunación inclusiva en la República Dominicana. Entre estas barreras destacan la falta de conocimiento sobre los beneficios de la vacunación masculina, la percepción de que el HPV afecta únicamente a las mujeres, y limitaciones financieras que impiden extender el programa de vacunación a niños y adolescentes.
- Desinformación y estigmatización: Una gran parte de la población aún desconoce que el HPV es responsable de una variedad de cánceres tanto en hombres como en mujeres. Es fundamental que se realicen campañas educativas que informen a la población sobre los riesgos del HPV en ambos sexos y la importancia de la vacunación temprana. Involucrar a los profesionales de la salud y a las instituciones educativas podría ser clave para romper el estigma y normalizar la vacunación en niños.
- Limitaciones financieras: Aunque el costo de la vacuna puede ser un obstáculo, el beneficio a largo plazo de reducir la incidencia de cánceres relacionados con el HPV justificaría la inversión en el programa de vacunación. Para asegurar la viabilidad financiera, la República Dominicana podría buscar apoyo en organizaciones internacionales de salud y establecer alianzas con otros países de la región que ya han implementado políticas inclusivas de vacunación.
- Política pública y apoyo institucional: Para ampliar el acceso a la vacunación, es crucial que el Ministerio de Salud y el gobierno dominicano desarrollen políticas de salud pública que incluyan a los niños en el esquema de vacunación contra el HPV. La experiencia internacional indica que, con un marco regulatorio adecuado y una estrategia de financiación, los programas de vacunación pueden ser sostenibles y accesibles para la población.
Hacia una estrategia nacional de vacunación inclusiva
El éxito de la vacunación contra el HPV en otros países resalta la necesidad urgente de adoptar una estrategia inclusiva en la República Dominicana. La inclusión de los niños en el programa de vacunación reduciría las tasas de infección y de cánceres asociados al HPV, tanto en hombres como en mujeres. Además, ampliaría la cobertura de vacunación en la población, creando una inmunidad comunitaria que beneficiaría a todos los grupos etarios.
Las investigaciones muestran que los programas de vacunación de género neutro no solo tienen efectos directos en la reducción de enfermedades en hombres y mujeres, sino que también alivian la carga económica sobre el sistema de salud a largo plazo. Al reducir los costos asociados con el tratamiento de cánceres relacionados con el HPV, la República Dominicana podría liberar recursos para otras áreas críticas de atención médica.
La vacunación contra el HPV en la República Dominicana debe evolucionar hacia un modelo inclusivo que proteja tanto a niños como a niñas. Incluir a los niños en el esquema de vacunación pública no solo ofrecería protección individual contra diversas formas de cáncer, sino que también ayudaría a reducir la transmisión del virus y protegería indirectamente a toda la comunidad. La evidencia internacional respalda esta estrategia, y la experiencia de países como Uruguay demuestra que la inclusión de los niños es una medida viable y efectiva para reducir la carga de enfermedades relacionadas con el HPV en toda la población.
Es hora de que la República Dominicana amplíe su estrategia de vacunación para reflejar las necesidades de salud pública del país y proteger de manera integral a sus ciudadanos. Un enfoque de vacunación inclusivo no solo salvaría vidas, sino que también fortalecería el compromiso del país con la salud y el bienestar de las generaciones futuras.
Z Digital no se hace responsable ni se identifica con las opiniones que sus colaboradores expresan a través de los trabajos y artículos publicados. Reservados todos los derechos. Prohibida la reproducción total o parcial de cualquier información gráfica, audiovisual o escrita por cualquier medio sin que se otorguen los créditos correspondientes a Z Digital como fuente.