Saber una mala noticia y comunicarla a alguien en particular, a un familiar o amigo, o a un conglomerado, a la sociedad en su conjunto, debe hacerse con el debido cuidado para no afectar o causar alteraciones emocionales o psicológicas que pudieran provocar daños a la salud o hasta la muerte.
Así lo consideraron y orientaron las psicólogas clínicas Alexandra García Payamps, Evelin Bueno Grullón y Martha Pérez Mencía al participar en el programa Entre Adultos, que produce por ZTV de YouTube y la Z101.l3 FM el doctor Héctor Guerrero Heredia y que conduce el también psicólogo clínico Eladio Hernández De la Rosa.
Según explicó Alexandra, dar una mala noticia impacta no solo a quien la recibe, sino también a quien la da, porque es algo desagradable e inesperado.
Explicó que la persona que dará la noticia debe tomar en cuenta en qué condiciones o estado de ánimo se encuentra para comunicar un hecho y definir si es la persona más indicada para ofrecerla.
Argumentó que dependiendo de quién y cómo dé la noticia, reaccionaría quien la reciba.
De su lado, Evelin añadió que quien comunica la mala noticia debe definir el momento y el lugar adecuados en que debe hacerlo para no impactar negativamente a quien la recibe, como el caso de un fallecimiento, enfermedades, un despido laboral, una quiebra de negocio o una tragedia que incluya daños graves o una muerte.
Para Martha, una mala noticia siempre va alterar las expectativas de una persona para el futuro, porque altera el estado de ánimo, causa efectos psicológicos y puede generar consecuencias colaterales.
Entiende que siempre se debe estar preparado para dar o recibir malas noticias, porque éstas ocurren frecuentemente, y lo que variaría sería la magnitud del impacto que producen.
Coincidió con Alexandra y Evelin en que para dar una noticia mala la persona determine cuán preparada está para comunicarla, en qué momento y cómo debe hacerlo, y si es la más indicada, así como saber a quién se la comunicará y su estado de ánimo o de salud.
Martha y Alexandra criticaron la forma en que algunos periodistas abordan a familiares de víctimas por muerte o tragedias, por escoger momentos inadecuados cuando se está en una situación de dolor, así como la forma en que los periódicos titulan los hechos.
Puntualizaron que cuando se va a dar una mala noticia, quien la recibe debe entender que está frente a una persona indicada, que además puede ayudar a contener sus emociones y expresarle su ayuda y solidaridad.
Además, subrayaron que se debe dosificar la manera en que se comunicará y seguir un protocolo en los casos médicos, psiquiátricos o psicológicos, para no provocar daños a quien la recibe o alterar o impactar de manera negativa su estado emocional o de salud.
Recomendaron
Las tres profesionales y especialistas de la conducta humana recomendaron que cuando se va a dar una mala noticia debe estar preparada emocionalmente y debidamente informada, así como definir si es el más indicado para ofrecerla, e incluso entender qué impacto causaría y en qué momento y lugar hacerlo.
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