Devotos en torno del Nazareno Negro en Manila, en vísperas de Año Nuevo. | Foto: Efe/FRANCIS R. MALASIG
Una multitud de devotos luchó este lunes en la capital filipina por acercarse a la imagen del Nazareno Negro durante una procesión de acción de gracias en la víspera del Año Nuevo. Los feligreses, la mayoría hombres y descalzos, se arriesgan a ser aplastados por el gentío para rozar la talla del Nazareno Negro durante el recorrido a la iglesia de Quiapo.
La estatua del Nazareno Negro se talló en México y llegó a Manila el 31 de mayo de 1606 en un galeón procedente de Acapulco que, según la leyenda, se incendió cerca de la costa filipina. Una creencia popular sostiene que el calor de las llamas otorgó al Cristo su característico color oscuro, aunque otra versión atribuye el peculiar tono a que el autor, un artesano mexicano, quiso imprimir a la obra su misma tonalidad de piel.
Sus devotos le asignan incontables milagros y destacan como muestra de su gracia que ha sobrevivido numerosos desastres naturales y guerras, como los terremotos de 1645 y 1863, los incendios que calcinaron en dos ocasiones su morada en la iglesia de Quiapo, en 1791 y 1929, y el bombardeo de Manila durante la Segunda Guerra Mundial, en 1945.
