El cofundador de Twitter Jack Dorsey sacó el pasado viernes a subasta su primer mensaje en la red social en forma de NFT (Non-fungible token o token criptográfico) y hasta ayer sábado la puja se situaba en 2,5 millones de dólares.
El tuit, que fue publicado en marzo de 2006, dice únicamente “just setting up my twttr” (“configurando mi twttr”, en inglés).
El mensaje ha sido ahora puesto a la venta utilizando la tecnología de contratos blockchain, popular por ser usada en criptomonedas como el bitcoin, pero que en este caso certifica la propiedad de un contenido digital.
La subasta se lleva a cabo a través de la web Valuables, creada para vender tuits usando estos mecanismos, que explica que el comprador recibirá un certificado firmado digitalmente por el propio Dorsey junto a los metadatos del mensaje original.
El mensaje en sí, mientras, continuará estando al alcance de todos los internautas en Twitter, pero la puja por ese certificado de propiedad ya alcanzaba el pasado sábado los 2,5 millones de dólares.
“Ser propietario de cualquier contenido digital puede ser una inversión financiera, tener valor sentimental y crear una relación entre el coleccionista y el creador. Como un autógrafo en un cromo de béisbol, el NFT en sí mismo es el autógrafo del creador en el contenido, lo que lo hace escaso, único y valioso”, explicó la web.
Los NFT están revolucionando rápidamente el coleccionismo al ofrecer la oportunidad de tener propiedad exclusiva de bienes digitales, ya sean obras de arte o, por ejemplo, vídeos de jugadas de la NBA.
La casa de subastas Christie’s está celebrando actualmente su primera subasta de un NFT, "Everydays: The First 5000 Days", una obra del artista Mike Winkelmann, conocido como Beeple, que podría alcanzar un nuevo récord millonario y consolidar este tipo de arte y activo de inversión digital.
La NBA también se ha lanzado al mercado de los NFTs con la plataforma Top Shot, donde se pueden adquirir videos originales y coleccionables de canastas de los partidos, que gracias a la tecnología blockchain están certificados como únicos y originales (pese a que pueden ser reproducidos, replicados y compartidos sin mantener esa firma digital de originalidad).