El presidente del Consejo de Comerciantes y Empresarios de la República Dominicana (Conacerd), Antonio Cruz Rojas, acusó al Ministerio Público de ser el responsable de la venta indiscriminada de productos adulterados, sobre todo, de bebidas alcohólicas.
Según informa hoy un comunicado, a juicio de Cruz Rojas las autoridades se han descuidado y no han desempeñado sus funciones, sobre todo el Ministerio Público, que es el responsable del Consejo Interinstitucional Público-Privado, para la aplicación y prevención de la ley, no se ha reunido para atacar ese producto.
Entrevistado en el programa local, el líder comercial y empresarial reiteró que el órgano judicial es el causante indirecto del fallecimiento de decenas personas durante las últimas semanas.
“El Ministerio Público es el responsable de todo lo que ocurre, por otorgarles las licencias para comprar y vender alcohol a los responsables de alterar las bebidas”, manifestó.
Antonio Cruz Rojas consideró que una forma de corregir la situación creada es “atacar arriba, porque es más fácil encontrar 10 responsables de vender bebidas adulteradas, que salir a buscar 80,000 colmados”.
“Nosotros creemos que las responsables son las autoridades que no han aplicado la ley desde el momento en que se denunció el primer muerto por intoxicación alcohólica”, acotó.
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El presidente de Conacerd también incluyó entre los organismos responsables de la actual problemática, al Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor (Pro Consumidor), sugiriendo que se le pida a ésa dependencia mostrar una auditoría de los resultados de trabajo realizado, como responsable de esa área.
De igual manera, solicitó a la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) que muestre un resumen de lo que es su función, según lo indica la ley, “que es la trazabilidad, que tiene que ver con el etiquetado de los productos”.
Cruz Rojas sostuvo que los fabricantes de esos productos son reincidentes, aplicando una estrategia en el manejo de las ventas “y si las autoridades están reaccionando ahora, es porque los vivos reclaman los muertos”.
Asimismo, consideró que si no se hubiera denunciado las muertes de esas personas “todavía se siguiera vendiendo las bebidas adulteradas”.