Investigadores alemanes e israelíes creen muy posible que a fines de 2020 la región del Pacífico se vuelva a ver afectada por el fenómeno climático de El Niño, según comunicó hoy martes la Universidad de la ciudad alemana de Giessen.
De acuerdo al comunicado, el pronóstico se basa en un algoritmo, con el que se analizan las temperaturas del aire en la zona del Pacífico y que posibilita hacer un pronóstico con mayor antelación. Ya los dos anteriores fenómenos de El Niño podrían haberse pronosticado correctamente con mayor antelación de esta manera.
El fenómeno, que aparece cíclicamente a intervalos irregulares, se genera a partir de temperaturas más elevadas del agua en el Pacífico tropical. Como consecuencia y debido a los cambios en las corrientes de aire y marinas, en todo el mundo se modifica el clima.
En su calidad de mayor causante de alteraciones naturales del clima, El Niño, por ejemplo, puede desatar inundaciones en Sudamérica, sequías en Australia o cosechas malogradas en la India.
"Los métodos convencionales no son confiables para un pronóstico de El Niño con más de seis meses de antelación", dijo el físico alemán Armin Bunde, quien acotó que un pronóstico más temprano podría ayudar a los agricultores en Sudamérica, Asia y Australia a prepararse para las posibles consecuencias.
Los investigadores dirigidos por Josef Ludescher del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK, según sus siglas en alemán) aseguraron que el modelo aplicado permite predecir con una probabilidad del 80 por ciento que el fenómeno de El Niño se presentará el próximo año.
También participó en la investigación la Universidad Bar-Ilan de Israel.
Para su método, sobre el que ya habían informado en 2013, los investigadores utilizan una red de datos de temperatura atmosférica en el Pacífico tropical.
Según los expertos, el proceso determina cómo las temperaturas en la zona central de El Niño cerca del Ecuador están vinculadas con las de fuera de esta región y alerta ni bien se supera cierto límite.
"El algoritmo es relativamente sencillo y se resuelve sin los grandes modelos climáticos globales", aseguró Bunde, a la vez que acotó que solamente se toman en cuenta en los cálculos los datos de la temperatura en la región del Pacífico.
Sin embargo, los científicos no pueden hacer pronósticos sobre la intensidad del fenómeno: "Estamos investigando aún cómo poder predecir su fuerza".