El tiempo es eterno para quienes esperan trasplante de órganos. Las esperanzas de vida al transcurrir meses sin ninguna respuesta positiva se vislumbra desalentadora. El cuerpo se debilita, y actividades normales como subir las escaleras son cada vez más difíciles.
Esta situación la viven 3,000 pacientes en República Dominicana (2,000 renales, 200 hepáticos, 500 cardíacos y 300 de otros tipos), entre ellos 14 niños, quienes reciben constantes negativas de las familias de seres queridos fallecidos ante la solicitud de la donación de sus órganos, según datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Coordinación de Trasplante.
Refiere, además, que en el país se necesitan 10 mil trasplantes de córneas, cuyo procedimiento es muy sencillo y es lo que le permitirá a las personas visualizar todo lo que tiene alrededor.
"Desesperante y eterno es el día a día", dice a Z Digital Francisco Jiménez, paciente que desde hace ocho meses espera un trasplante de hígado.
"Mi cuerpo cada día me recuerda que el tiempo está pasando, me siento más débil", Francisco Jiménez.
“Tenemos ocho meses esperando, todas se han negado a donar los órganos de sus familiares fallecidos, uno trata de ser fuerte, especialmente por la familia, pero mi cuerpo cada día me recuerda que el tiempo está pasando, me siento más débil”, expresa Francisco.
En sus palabras, el tipo de trasplante que necesita se puede hacer también extrayendo una parte del hígado de una persona viva que sea compatible, pero que el país aún no cuenta con la estructura médica para el procedimiento de esta forma.
Francisco, quien ha disminuido drásticamente sus actividades como cardiólogo en los últimos meses, dice que el mayor obstáculo es la falta de conciencia de la mayoría de la población sobre las donaciones de órganos.
El doctor Fernando Morales Billini, director del Instituto Nacional de Coordinación de Trasplante, asegura que el cuerpo de una persona fallecida puede salvarle la vida a tres personas que esperan un trasplante al poder utilizar los órganos de quien murió.
El especialista en cirugía de trasplante resalta la grave situación en que se encuentra el país; las donaciones han descendido drásticamente, al punto de que en el caso de los donaciones cadavéricas no se ha realizado un solo procedimiento de este tipo desde hace ocho meses, porque los familiares se niegan a donar los órganos de sus parientes fallecidos.
“Hubo 33 negativas de familiares, siendo esto un gran problema pues por cada donante que se pierde representa tres fallecidos, las personas que se encuentran de término a penas duran un año”, manifiesta el doctor Morales.
Asegura que dentro de las causas de esta situación está el miedo, los rumores populares, las falsas noticias, la poca cultura de donación de órganos, sumado a la falta de conciencia.
Afirma que de enero a julio del 2016 se hicieron 17 donaciones, pero que después de julio no ha ocurrido una más.
“Doné un riñón hace 14 años y sigo mi vida igualito”, testimonio de un donante
Esteban Jiménez le donó un riñón a su hermano hace 14 años, y dice que ha sido una de las experiencias más gratificantes al saber que salvó una vida.
“Llevo una vida normal, trabajo viajando por todo el país, tengo mi esposa hace 20 años, salgo a recrearme, me tomo mi cervecita, no abuso con algunos alimentos pero eso es normal. Esa donación no ha significado ningún cambio en mi vida, la llevo muy normal”, asegura a Z Digital.
Sostiene que lo que pudo ser más difícil del proceso fue la parte de los análisis y la preparación, pero que después de la operación no sintió ningún malestar, y a la semana de la misma llevaba prácticamente todo como si nada había pasado.
En una encuesta realizada en el Twitter de Z Digital, el 90 % de 172 personas opinaron que sí estarían dispuestas a donar los órganos de un familiar que falleció.
En ese sentido, el doctor Morales llama a la ciudadanía a que formen parte de la solución visitando la página web de INCORT e inscribiéndose online a través de este link Hazte donante.
Recomienda comunicarle a los familiares y amigos la decisión que se ha tomado de donación de órgano en caso de muerte, para que no los tome por sorpresa y sepan respetar y apoyar la decisión.
Proceso de donación
El proceso de donación y trasplante consiste en tomar órganos y tejidos sanos de una persona para injertarlos a otra cuyos órganos no estén funcionando correctamente y donde ya no existe ninguna alternativa posible de sanación.
Los órganos que se pueden donar son: riñón, corazón, hígado, páncreas, intestinos, pulmones, piel, hueso, médula ósea y córnea.
El doctor Fernández explica que en el caso de un trasplante cadavérico, se procede a mantener los órganos oxigenados por un respirador mecánico, y con medicamentos, luego se dispone hacer todos los análisis correspondientes, para comprobar la compatibilidad, después se extrae el órgano y es trasplantado a quien lo espera, todo esto en el menor tiempo posible.
“Un procedimiento de este tipo puede durar de seis a 14 horas, dependiendo el tipo, los que más se realizan son de riñón e hígado,” dijo el doctor.
En la lista de espera se toman en cuenta una serie de puntos como el número de años que tienen en diálisis, si es menor de edad, poca posibilidad de trasplante, fíbula en mal estado, y que no esté en urgencia cero, que se les denomina así a los que están a bordo de la muerte, a quienes se le da prioridad, indica.
Los seguros no cubren
Aunque el doctor no dice con exactitud la cantidad de dinero que se requiere para este proceso, pues depende del tipo de trasplante y otros factores, asegura que es bastante costoso y que el Estado tiene que lograr que la ley de seguridad social pueda cubrir el total de los costos, porque ninguna aseguradora admite los gastos para la realización de un trasplante.
Revisión de la Ley 329-98
Se ha sugerido una revisión a la Ley 329-98 que regula la donación, legado y extracción, conservación e intercambio para trasplante de órganos y tejidos humanos para que se modifique la parte de la presunción de donante. Es decir, que quienes no hayan manifestado en vida explícitamente que no cederán sus órganos al momento de su muerte, sean considerados como donantes. Salvo que se haya dejado constancia por escrito de lo contrario por parte del fallecido.
La primera versión de este reportaje fue publicado el 14 de marzo de 2018 en Z Digital por la periodista Regina Telemin.