De los muchos mensajes que recibo a diario en mi cuenta de Instagram, la semana pasada leí uno que me llamó la atención de un modo especial, por la desesperación con que esta señora describió su situación. Ella me preguntaba, por qué las empresas no contratan personas mayores de 35 años. Ella y su esposo tienen 46 y 47 respectivamente y, al parecer, llevan mucho tiempo buscando empleo sin éxito. Lo que pude responderle de modo muy objetivo, es que no todas las empresas lo hacen, ya que hay muchas que valoran la experiencia y estabilidad que brindan las personas de esta edad.
Esas dos cualidades son de las más importantes en personas que pasan de los cuarenta años. Sin embargo, aunque sin ánimo de generalizar, la realidad es que la mayoría de las empresas en el mercado dominicano prefieren contratar candidatos más jóvenes. Desde los años noventa, las cosas fueron cambiando con el inicio de las startups, que son las empresas que a diferencia de las PYME, en estas, se espera un crecimiento más acelerado haciendo uso de la tecnología.
Con el surgimiento de este tipo de negocios, cuyos creadores generalmente son jóvenes emprendedores, muchas personas mayores de cuarenta años, han perdido oportunidades de empleo. Sin embargo, desde mi punto de vista, si bien es cierto que los jóvenes manejan mejor asuntos de redes sociales y tecnología, porque nacieron con ellos, no es menos cierto, que las personas, incluso mayores de sesenta años, tienen otras competencias que los jóvenes no tienen.
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En nuestro país, la mayoría de las grandes empresas son familiares que van ya por la tercera o cuarta generación y que han contado con la presencia y dirección de sus fundadores, quienes muchas veces pasan de los setenta años. Esto desmonta toda la creencia que tienen algunos emprendedores jóvenes, ya que si las grandes empresas tienen este soporte y siguen siendo exitosas, al parecer no solo es necesario, si no, que es recomendable.
A muchos emprendedores también se les ha olvidado, que la mayoría de las veces, las personas aumentan su poder adquisitivo, después de la tercera edad y por ende representan un alto porcentaje de los consumidores. Es poco común, ver jóvenes con un alto poder adquisitivo, a menos, que no hayan recibido una ayuda de sus padres o alguna herencia familiar. Lo que suma otro punto a las personas mayores, ya que necesitamos aliados que puedan hacer empatía y conozcan las necesidades de este segmento.
No es que se deba cambiar todo el equipo para contratar personas mayores, porque cada estrategia de negocio va a determinar el tipo de colaborador que necesita. No es contratar por contratar, si no, enfocarnos en las necesidades de la empresa; olvidarnos de asuntos físicos, que a la larga no representan nada en resultados, más bien, enfocarnos en las competencias y en las habilidades que van a hacer que nuestra empresa crezca, identificar quién las tiene y contratar objetivamente.
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