El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, aseguró hoy martes, dos días después de reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong-un, que ve más claramente "el camino" para alcanzar la desnuclearización de Corea del Norte, un proceso sobre el que Washington y Pionyang han expresado notables diferencias.
"Aunque todavía queda un largo camino por delante y mucho trabajo por hacer, ahora podemos ver un camino por el que alcanzaremos nuestro objetivo final, que es la desnuclearización completa y definitiva de Corea del Norte", dijo Pompeo en declaraciones a periodistas en la Casa Blanca.
El titular de Exteriores, que se encontraba en la Casa Blanca para almorzar con el presidente estadounidense, Donald Trump, salió del Ala Oeste para hacer esa breve declaración y agradecer "el buen trabajo" de la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Nikki Haley, quien anunció hoy que abandonará su cargo al terminar el año.
Pompeo no respondió a ninguna pregunta de los periodistas y volvió a ingresar en la Casa Blanca después de su declaración, que duró menos de un minuto.
El jefe de la diplomacia estadounidense visitó este domingo Pionyang para reunirse con Kim y preparar una segunda cumbre entre Trump y el líder norcoreano.
Pompeo ha dado muy pocos detalles sobre su encuentro con Kim y solo reportó este lunes que hubo "avances significativos" para desbloquear las conversaciones sobre la desnuclearización y que la segunda cumbre se convocaría "lo antes posible".
Corea del Norte ha exigido avances en la firma de un tratado de paz con el Sur que ponga fin al estado de guerra que técnicamente aún se mantiene en la península, a cambio de ejecutar los pasos concretos que le pide la Casa Blanca para desmantelar su arsenal.
La Casa Blanca no ha aclarado si está dispuesta a apoyar la firma de un tratado de paz entre Pionyang y Seúl como paso previo a la desnuclearización y ha insistido en que no planea suavizar sus sanciones hasta que se complete el proceso relativo al programa nuclear norcoreano.
Corea del Norte, por su parte, aboga por un levantamiento progresivo de esas restricciones económicas.
Pese a esas diferencias, Trump está decidido a convocar una segunda cumbre con Kim, convencido de sus virtudes como negociador y de su relación especial con el líder norcoreano.
"(La cumbre) va a ocurrir, estamos preparándola ahora mismo", aseguró hoy Trump en declaraciones a periodistas en el Despacho Oval, y agregó que se están barajando "tres o cuatro lugares diferentes" para la cita.