La política se puede definir de una manera amplia y llana, como una actividad que trata de la toma de decisiones de un grupo para cumplir uno o varios objetivos. Este concepto abarca tanto asociaciones públicas como privadas.
Sin embargo, el ejercicio de la política desde un punto de vista social, es un arte que, como pensaba Sócrates, debería ser puesto en práctica para la mejora de la vida de los ciudadanos, no de la propia persona. Esta es una visión humanista compartida por el profesor Juan Bosch, para quien la política era sinónimo de servicio, expresamente a la sociedad.
Si asumimos este concepto de política para compararlo con el de políticas públicas, podemos afirmar que existen innegables similitudes, pues comparten el mismo fin, ya que las políticas públicas buscan la resolución de problemas que afectan a los ciudadanos de un país. Sin embargo, al hablarle de política al dominicano común, no es en esto en lo que piensa.
La política actual que es ejercida por la gran mayoría de nuestros actores políticos es más parecida a la idea de Maquiavelo que a la de Sócrates o Bosch, es el ejercicio de la lucha por el poder.
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Existen políticos que pasarán toda su vida sin haberse internado o siquiera asomado por la rama de las políticas públicas. Existen quienes harán de la política un medio de buscar un empleo, una posición, un cargo o un nombramiento, también los habrán quienes usarán la política en búsqueda de amasar riquezas y afianzarse como entes de poder en su país, me refiero a aquellos políticos que no tienen una verdadera visión de Gobierno. Y es que a esto vamos, las políticas públicas son parte esencial de la gobernanza.
El profesor Guy Peters define el estudio de las políticas públicas simplemente como la manera de entender lo que hacen los Gobiernos y cómo afecta a sus ciudadanos. En su libro “Introducción Avanzada a las Políticas Públicas”, convida a ver esta ciencia desde un punto de vista de diseño, basado en la conexión que existe entre las causas del problema, los instrumentos que se utilizarán para remediarlo y la comprensión y entendimiento de cuál serían los resultados convenientes.
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Una de las mayores diferencias entre la política actual y las políticas públicas, es que mientras la segunda busca siempre la resolución de un problema social o la mejoría de una situación para el pueblo en general, la primera y quienes la practican no siempre buscan el bienestar social, muchas veces se quedan estancados en un interminable ciclo de búsqueda de poder, cuyo fin es el poder en sí mismo.
La lucha por la permanencia en el Gobierno, por ser elegido a un cargo administrativo o electoral, los aprestos de búsqueda de la desaparición metafórica de un contrincante partidario.
Las estrategias para descalificar a otros compañeros con mentiras o calumnias, la creación de campañas sucias que buscan embarrar el prestigio de un enemigo a lo interno o externo del partido… todo esto es lo que muchos políticos actuales han hecho de la política, un ejercicio de quebrantar y manipular voluntades con objetivos inmorales.
Sin embargo, las estrategias de lucha contra las drogas, el narcotráfico, los planes para el mejoramiento del tránsito terrestre y vehicular, las estrategias de regulación del mercado, los planes de salud pública, de educación… todo esto es gobernanza lograda por medio de políticas públicas, políticas que son estudiadas y concebidas por especialistas y técnicos que casi nunca son políticos.
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