Plataformas digitales, redes sociales o anunciantes en internet como Facebook, Google, Mozilla o Twitter se comprometieron a hacer más transparente la publicidad política o a introducir mecanismos para contrastar datos a fin de luchar contra la desinformación de cara a las elecciones europeas de mayo de 2019.
"Es la primera vez en todo el mundo que la industria ha acordado, de forma voluntaria, unos estándares de autorregulación para luchar contra la desinformación", celebró la comisaria europea de Economía y Sociedad Digitales, Mariya Gabriel, tras hacer público estas plataformas su código de buenas prácticas contra las "noticias falsas".
Este documento sigue las recomendaciones hechas por la Comisión Europea el pasado abril para atajar la desinformación en línea, que puede afectar a procesos electorales.
Entre otros objetivos, las empresas se comprometen ante la CE a fomentar más transparencia en la propaganda política, a cerrar cuentas falsas o a desacreditar a proveedores de desinformación.
Para ello, aseguran que invertirán en tecnologías y programas para "ayudar a la gente a tomar decisiones informadas cuando se encuentren en internet noticias que puedan ser falsas", mediante el apoyo incluso de unos "indicadores de confianza", señalan en el código.
Se comprometen también a utilizar medios tecnológicos para "dar prioridad a información relevante, auténtica y de autoridad" en búsquedas o canales de distribución automáticos, y a facilitar a los internautas acceder a "diversas perspectivas sobre asuntos de interés público".
Las plataformas digitales indican en su código que están dispuestas a trabajar con la sociedad civil o los gobiernos para "mejorar el pensamiento crítico y los conocimientos sobre medios digitales".
Y reconocen la importancia de "intensificar y demostrar la eficacia de los esfuerzos para cerrar cuentas falsas", así como de establecer "sistemas de marcado claros y reglas" para los "bots" (dispositivos controlados por cibercriminales de forma remota), de cara a que sus actividades no puedan confundirse con interacciones humanas.
La CE consideró que este código es una de las iniciativas necesarias para "garantizar unas actividades de campaña en línea transparentes, justas y de confianza frente a las elecciones europeas de la primavera de 2019″.
Bruselas destacó que la desinformación amenaza "cada vez más" la confianza de los europeos en los procesos democráticos y las instituciones.
La comisaría confió en que las acciones con las que se ha comprometido la industria contribuyan a una reducción "rápida y mensurable" de la desinformación en línea, y avanzó que la Comisión estará pendiente de su aplicación y analizará sus resultados preliminares antes de finales de año.
Si estos no son satisfactorios, afirmó que la CE podría proponer nuevas acciones, incluso de naturaleza reguladora.
Por su parte, el grupo de trabajo impulsado por la Comisión y formado por académicos, periodistas y miembros de la sociedad civil para evaluar el código de buenas prácticas, emitió hoy un informe en el que critica que no contenga "compromisos significativos", objetivos "mesurables" ni herramientas para su aplicación que permitan hacer un seguimiento.
Consideró que las plataformas, "a pesar de sus esfuerzos", no han sido capaces de generar un código de autorregulación "efectivo y responsable".