El presidente de Chile, Sebastián Piñera, promulgó este lunes una reforma a la Constitución para habilitar la realización de un plebiscito ciudadano que decida sobre la posibilidad de redactar una nueva Carta Magna en el país.
El mandatario realizó la firma del documento en el Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo, en donde explicó que la consulta servirá para ver si los chilenos quieren una nueva Constitución o reformar la actual, creada en 1980 durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
"Esta reforma abre las puertas y define el camino para lograr un gran acuerdo constitucional que nos dé ese marco institucional sólido, legítimo y compartido para poder enfrentar como país los formidables desafíos del presente y las magnificas oportunidades del futuro", indicó Piñera.
Durante su declaración, el presidente chileno ahondó en la historia constituyente del país y las causas que han llevado al histórico acuerdo político entre el oficialismo y la oposición -a excepción del Partido Comunista-, que se fraguó el pasado 15 de noviembre para iniciar el proceso.
La redacción de una nueva Carta Magna es uno de los principales clamores del estallido social, que deja al menos 24 fallecidos y que culpa a la actual de ser el origen de la grandes desigualdades del país, pues le concedió al Estado un rol "subsidiario" (secundario) en la provisión de recursos básicos, lo que favoreció su privatización.
"Quizás lo que hemos vivido en los últimos 66 días, desde el 18 de octubre, es una clara y elocuente muestra de este cambio. Por eso hoy es que por primera vez tenemos la oportunidad de lograr, con total libertad y en plena democracia, un gran acuerdo constitucional con amplia y efectiva participación ciudadana", dijo Piñera.
En ese sentido, destacó que será la ciudadanía la que tome la decisión en el plebiscito habilitado hoy, que se realizará el 26 de abril, y del mismo modo, si se considera redactar una nueva Constitución, ratificar el texto al final de todo el proceso constituyente en otra consulta.
"Tendremos no solamente la primera palabra de respecto a la naturaleza y el mecanismo de este acuerdo constitucional a través de un plebiscito de entrada, sino que también tendremos, si así lo decidimos, la última palabra respecto a los principios y contenidos de esa nueva Constitución a través de un plebiscito ratificatorio", señaló el mandatario.
El acuerdo parlamentario de noviembre incluye la convocatoria de un plebiscito para preguntarle a la ciudadanía si quiere una nueva Constitución y qué mecanismo prefiere para redactarla: una convención mixta, formada a partes iguales por los actuales parlamentarios y ciudadanos electos; o una asamblea integrada solo por personas escogidas únicamente para ese fin.
Si el plebiscito es aprobado, la elección de los miembros de una u otra instancia se realizará en octubre de 2020, coincidiendo con las elecciones regionales y municipales, y la nueva Constitución se ratificará en otro plebiscito con sufragio universal y voto obligatorio.
"La Constitución no es una vara mágica que resuelve en forma instantánea todos los problemas. Sí puede darnos el marco institucional adecuado para poder avanzar con las políticas públicas y la participación de toda la sociedad hacia un país con mayor capacidad de atender y satisfacer las necesidades de los ciudadanos", afirmó Piñera.
Asimismo señaló que es importante aplacar cualquier incertidumbre que se pueda generar sobre la elaboración de la nueva Carta Magna y garantizó "un proceso constitucional limpio, libre, transparente y democrático".