El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este viernes con una baja del 2,89 %, hasta 67,94 dólares el barril, tras el nuevo tornado financiero levantado en Europa por el desplome de las acciones del Deutsche Bank, que ha vuelto a despertar las dudas sobre el sector y la economía.
A las 9.00 hora local (13.00 GMT), los contratos de futuros del WTI para entrega en mayo perdían 2,02 dólares con respecto al cierre de la jornada previa.
El petróleo de referencia estadounidense se ha visto muy afectado por la crisis bancaria que ha azotado a Estados Unidos y Europa, después de que las autoridades estadounidenses intervinieran, el 9 de marzo, el banco Silicon Valley para frenar una huida masiva de depósitos de la entidad, que se había visto obligada a vender activos con una considerable pérdida para hacer frente a la necesidad de liquidez de sus clientes.
El desplome de las acciones del Deutsche Bank, de más de un 10 %, se produjo después de que la entidad anunciara que planea amortizar 1.500 millones de dólares de deuda subordinada el 24 de mayo, antes de su vencimiento en 2028.
El banco aseguró que cuenta con "todas las aprobaciones reglamentarias requeridas" para esa decisión, pero la noticia causó un hondo impacto en el sector bancario, que entró en números rojos tras conocerse.
"Los bancos son el principal impulsor del petróleo (y en realidad de todos los activos de riesgo), y la pérdida de confianza en el sistema financiero ha reavivado los temores de que se avecina otra crisis después de que acabamos de ver algunas de las mayores quiebras bancarias desde 2008″, aseguraba hoy el analista Tom Essaye de la firma Sevens Report.
El petróleo cerró también ayer en negativo, después de que el miércoles la Reserva Federal (Fed) de EE. UU. anunciara su decisión de aumentar los tipos de interés en 0,25 puntos y de que el presidente del banco central, Jerome Powell, hiciera hincapié en los riesgos crediticios del sector bancario.
Powell dijo el miércoles que el estrés de la industria bancaria podría desencadenar una crisis crediticia, con implicaciones "significativas" para la economía.
A esto se suman unas declaraciones de las secretaria de Energía estadounidense Jennifer Granholm, que ayer aseguró que la recuperación de la reserva estratégica de petróleo llevará años, lo que implica una reducción sobre las expectativas de demanda a corto plazo.
Estados Unidos liberó el año pasado 180 millones de barriles de petróleo de su reserva estratégica como parte de un plan para mitigar la subida de los precios tras la invasión rusa de Ucrania.
En diciembre anunció que comenzará la recompra de crudo cuando su precio se situara entre 67 y 72 dólares.