La petrolera brasileña Petrobras informó ayer viernes que concluyó el proceso de venta a la malasia Petronas del 50 % de los derechos en dos concesiones para explorar y explotar petróleo y gas natural en aguas profundas en Brasil.
"La operación fue concluida con el pago a Petrobras de los 691,9 millones de dólares faltantes y tras el cumplimiento de todas las condiciones previstas en el contrato", informó la petrolera estatal brasileña en un comunicado.
Petrobras, que mantendrá el restante 50 % de los derechos y seguirá como operadora en ambas concesiones, ya había recibido un adelanto de 258,7 millones de dólares en abril de 2019, cuando firmó el respectivo contrato de venta.
El negocio convierte a Petronas (Petroliam Nasional Berhad) en propietaria de la mitad de los derechos para explotar los campos de Tartaruga Verde y el Módulo III del campo de Espadarte, ambos ubicados en aguas profundas en el océano Atlántico frente al litoral brasileño.
Tartaruga Verde produce actualmente unos 103.000 barriles diarios de petróleo y 1,2 millones de metros cúbicos de gas natural tras haber iniciado operaciones en junio de 2018.
El Módulo III del campo de Espadarte es un área aledaña que será explotada de forma integrada a Tartaruga Verde a partir de 2021.
"La asociación con Petronas, una empresa integrada y de gran porte, está acorde con la estrategia de Petrtobras de buscar socios que agreguen valor a sus activos de interés en aguas profundas y muy profundas", afirmó el gerente ejecutivo de Aguas Profundas de Petrobras, José Marcusso, citado en el comunicado de la petrolera.
El director general de Petronas Brasil, Azman A. Aziz, afirmó que la operación confirma el avance de la compañía malasia en el sector petrolero en Sudamérica, ya que la empresa adquirió este año los derechos para explotar otros tres yacimientos en Brasil.
La venta de la mitad de los derechos en las dos concesiones forma parte de un amplio plan de desinversiones de Petrobras destinado a reducir su gigantesca deuda.
La mayor empresa de Brasil se había propuesto la meta de vender en 2019 activos por valor de entre 30.000 y 40.000 millones de dólares, dos veces el valor inicialmente previsto en el plan de desinversiones.