El perro de una paciente de COVID-19 de Hong Kong ha dado "positivo leve" en repetidas pruebas para comprobar si había contraído la enfermedad, por lo que los expertos consideran que se trata de una "infección de nivel bajo", que sería la primera transmisión de humanos a animales de la que se tiene constancia.
Según informó el Departamento de Agricultura, Pesca y Conservación de la excolonia británica y actual ciudad semiautónoma china, expertos de diversas universidades y de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) coincidieron en ese diagnóstico, pese a que el animal no ha mostrado ningún síntoma relacionado con la COVID-19.
En la primera prueba que se le realizó, el 26 de febrero, se detectaron niveles bajos del coronavirus en muestras de su boca y nariz, por lo que repitieron en otros tres días las pruebas y en todas también dio un "positivo leve".
El perro, un 'pomerania', se encuentra actualmente en cuarentena, y las autoridades han indicado que seguirán controlando su estado y que le harán más pruebas; hasta que no den negativo, no será devuelto a su dueña, una mujer de 60 años.
Hong Kong ha pedido a las personas contagiadas de COVID-19 o a quienes hayan estado en contacto cercano con infectados que pongan a sus mascotas bajo cuarentena en instalaciones gubernamentales.
Un portavoz del citado departamento subrayó que sigue sin haber pruebas de que las mascotas puedan enfermar por el coronavirus ni de que puedan ser una fuente de contagios, por lo que pidió a los dueños que no estén "demasiado preocupados" y que no abandonen a sus animales "bajo ninguna circunstancia".
Una representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) citada por el diario local South China Morning Post afirmó que, con lo que se sabe actualmente de la COVID-19 y con la experiencia con otros coronavirus, la institución no cree que "las mascotas comunes estén propagando la enfermedad o haciendo enfermar a la gente".
Asimismo, un profesor de medicina respiratoria de la Universidad China de Hong Kong aseguró a ese rotativo que es "demasiado pronto" para determinar si el perro verdaderamente se ha contagiado, ya que no se han realizado -o no se han hecho públicas- las pruebas de sangre que, en su opinión, son necesarias para confirmar la infección.
De hecho, durante la epidemia del síndrome respiratorio agudo y grave (SARS) de 2002-2003, también se detectaron infecciones de nivel bajo en mascotas, que nunca llegaron a enfermar y de las que nunca se llegó a probar que pudieran transmitir el virus a humanos, según expertos citados por el portal de noticias Caixin.