Una masiva peregrinación religiosa, compuesta por miles de católicos en honor del Divino Niño, se convirtió este domingo en una multitudinaria protesta contra el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en medio de la peor crisis sociopolítica del país en décadas.
Como todos los años desde 1966, en el tercer domingo de julio, los fieles católicos se dieron cita en Matagalpa, en el norte del país, para participar en la peregrinación de 12 kilómetros hasta las afueras de la ciudad, y las consignas en el camino pasaron este domingo de "¡Viva la iglesia católica!" a "¡Libertad para los presos políticos!".
El ánimo de los creyentes, apenas dos días después de la gran fiesta sandinista en honor de la revolución de 1979, reflejó la ruptura entre el presidente y una aparente mayoría de nicaragüenses, en un país donde el 58,5 por ciento de sus 6,3 millones de habitantes dice ser católico.
La discordia entre Ortega y los opositores estalló en abril de 2018, cuando el Gobierno realizó ataques armados contra miles de manifestantes o ciudades enteras, que dejaron cientos de muertos, presos y desaparecidos, además de decenas de miles en el exilio.
Según el Comité Pro Liberación de Presas y Presos Políticos, más de 100 manifestantes se encuentran en las cárceles de Nicaragua, pese a que cientos fueron excarcelados entre febrero y junio.
La tensión en Matagalpa creció el jueves pasado, cuando el obispo local, Rolando Álvarez, uno de los más admirados en Nicaragua, denunció el asedio en su contra por parte de un grupo armado, que salió huyendo al verse descubierto por una multitud de fieles en una zona montañosa que visitaba el religioso.
En Nicaragua los paramilitares, a quienes se les atribuye el asesinato de cientos de opositores, suelen ser grupos oficialistas, y el jefe de la Policía Nacional, Francisco Díaz, ha admitido que se trata de agentes policiales.
La relación entre la iglesia católica y Ortega también se deterioró durante la crisis, ya que el presidente acusó al clero de apoyar un supuesto "golpe de Estado fallido", al permitir que miles de manifestantes ingresaran a sus templos durante los ataques armados del Gobierno.
En el recorrido los peregrinos gritaron "¡Rolando, amigo, el pueblo está contigo!", así como "¡Justicia para Nicaragua!", "¡La iglesia, unida, jamás será vencida!", o "¡Eddy Montes, presente!", en honor del manifestante que murió al recibir el disparo de un custodio en prisión a pesar de que el Gobierno había prometido liberarlo junto a otros convictos.
Álvarez afirmó ante la multitud que este año la peregrinación contó con mayor asistencia que en 2018, cuando llegaron decenas de miles de fieles.
La crisis sociopolítica de Nicaragua ha dejado 326 muertos en 15 meses, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos locales suman 594, y el Gobierno reconoce 200.
La CIDH responsabiliza al Gobierno de Nicaragua por crímenes "de lesa humanidad" en el marco de la crisis.
La Organización de los Estados Americanos (OEA) tiene en marcha un proceso de aplicación de la Carta Democrática Interamericana contra Nicaragua por rompimiento del orden constitucional, que de ejecutarse la suspendería del organismo.