Pekín volvió a amenazar este martes a los manifestantes que tomaron ayer las calles de Hong Kong en una huelga general que paralizó la ciudad, y les advirtió de que el Gobierno y la Policía local están preparados para llevarles ante la Justicia por sus actos.
El portavoz del Consejo de Estado (el Ejecutivo chino) para los Asuntos de Hong Kong y Macao, Yang Guang, dijo hoy que las acciones de los "radicales" han ido más allá de la libertad de expresión o el derecho a reunirse: "Toda esa gente que toma a la Policía como objetivo o que prende fuego a comisarías está creando un gran daño a la sociedad (…). Esto tiene que parar".
"Tenemos que prestar atención a los extremistas que arrojaron la bandera nacional china al mar, desafiando la soberanía nacional y el principio de 'un país, dos sistemas'. Esto se ha ido de las manos y hay que llevarlos a la Justicia", amenazó Yang en una rueda de prensa en la que hizo balance de la crisis en la excolonia británica.
Acusó a los manifestantes de creer que "sólo la violencia puede traer Justicia. Incluso han forzado a los residentes locales a participar en sus actos. Hay que parar esto ya y restaurar el orden y la ley. Pedimos a los residentes que digan 'no'. Si las protestas siguen, ¿quién creen que pagará la factura?".
Asimismo, Pekín reiteró su apoyo al Ejecutivo hongkonés liderado por Carrie Lam, al que ve "completamente capaz" de garantizar la seguridad y al que pidió "medidas" en lo que parecía un paso más para presionar e intimidar a los manifestantes.
"Esperamos que los hongkoneses apoyen a Lam, al Gobierno y a la ley, y que quienes perpetran estos actos sean llevados a la Justicia. No sólo la gente que protesta en primera línea, sino quienes están entre bastidores, les organizan y les apoyan", dijo.
El portavoz defendió a la Policía hongkonesa a la hora de utilizar "métodos firmes" para "traer el orden de vuelta" porque "los violentos están quebrando la ley. Vamos a salvaguardar el Estado de derecho y el principio de 'Un país, dos sistemas'", indicó.
"No subestimen la determinación del Gobierno central de apoyar y salvaguardar Hong Kong", retó el portavoz, que no quiso responder a la pregunta de un periodista de si China renunciará o no al uso de la fuerza para solventar la crisis.
Lo que sí trascendió hoy es que más de 12.000 agentes antidisturbios chinos han llegado a la vecina localidad de Shenzhen para participar en un simulacro de disolución de protestas con vistas a la celebración del 70 aniversario de la fundación de la República Popular China, anunció el cuerpo policial en la red social Weibo.
Este lunes, miles de personas se unieron a una histórica huelga general en Hong Kong para presionar al Gobierno para que responda a una serie de demandas que, en origen, consistían solo en la retirada de una controvertida propuesta de ley de extradición que, según abogados y activistas, habría permitido a Pekín acceder a "fugitivos" refugiados en la cuidad.
Las actuales demandas incluyen la retirada completa del texto, hasta ahora "suspendido", una investigación en profundidad sobre la brutalidad policial a la hora de reprimir las protestas o la puesta en práctica del sufragio universal.