Los espacios digitales pueden ser una plataforma para que los palestinos defiendan sus derechos, pero están perseguidos por campañas "sistemáticas" tanto de las autoridades israelíes como de las palestinas, alertaron en el Foro de Activismo Digital Palestino celebrado en Ramala.
El mundo digital permite a los palestinos "sobrepasar las fronteras y los obstáculos, construir nuestras capacidades para defender nuestra causa", señaló Inas Jatib, miembro de la junta de 7amleh (campaña, en árabe), que abrió la sesión inaugural del de la tercera edición de este foro.
Durante tres días, este evento acogerá 16 talleres en los que más de 1.400 personas se han registrado para aprender cómo hacer periodismo desde el teléfono móvil o cómo poner en marcha campañas sociales en plataformas digitales.
Sin embargo, "la ocupación (israelí) ha pasado del mundo real al digital a través de políticas", denunció Jatib, y lamentó también las líneas de actuación de otras plataformas digitales que ofrecen un trato diferente a los palestinos, como Google.
"Nombra las calles de los palestinos y de los colonos de manera diferente", dijo y también señaló a la compañía de pagos en línea PayPal, que no opera en los territorios palestinos ocupados.
Niveen Abu Rahmon, hasta ahora parlamentaria en la Cámara israelí con la Lista Árabe Unida, apuntó que en 2018 Israel arrestó a 350 palestinos por comentarios en redes sociales, en un país donde "muchos aspectos legales consideran cualquier acción en el espacio digital tan peligrosa como en el espacio físico".
Asimismo, criticó que la ley "legaliza sus métodos con la excusa de la lucha contra el terrorismo", que puede llevar a afrontar cargos de hasta cinco años de prisión por incitación o instigación al crimen y al terrorismo.
La legislación en Palestina, donde desde 2017 hay una ley en contra de los delitos cibernéticos que fue ampliamente criticada, "es aún un reto para la libertad de expresión", apuntó Jatib.
El director de Human Rights Watch en Israel y Palestina, Omar Shakir, acusó a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Cisjordania y al grupo islamista Hamás en Gaza de "arrestar y torturar de manera rutinaria, como práctica sistemática, a opositores, con detenciones basadas en desacuerdo político en páginas de medios sociales".
La afluencia de periodistas, fotógrafos y activistas, alrededor de 200 en esta primera sesión, es una muestra de "la necesidad" de estos espacios virtuales, que deben ser "explorados, usados", sin perder de vista la independencia, señaló a Efe Fayrouz Sharqawi, coordinadora de movilización comunitaria de la organización Grassroots Jerusalem.
Sharqawi advirtió de la necesidad de aprender de lecciones pasadas, destacando que "en el mundo físico hay muchas cosas que afectan al activismo".
"Ahora los donantes empiezan también a dar dinero a este tipo de activismo (digital) y entonces volvemos al viejo problema de siempre: cómo esto impone ciertas agendas de donantes, influye y perfila las voces, la naturaleza y el mensaje del activismo. Es un nuevo lugar, un nuevo campo que definitivamente tenemos que explorar, pero debemos ser cuidadosos", declaró.