La Asociación de Pacientes Renales Sendero de Vida solicitó a la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (Sisalril) intervenir ante el Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS) para que se disponga la eliminación del copago para la terapia de hemodiálisis.
De acuerdo con un comunicado, la Asociación considera que resulta insostenible , debido a que la mayoría de los pacientes renales no pueden trabajar, por su situación de salud, ni cuentan con otro medio de ingreso.
Eddis Castillo, presidente de la entidad que agrupa a los pacientes renales, informó que otra de las razones en que fundamenta su solicitud es que muchos pacientes renales que cuentan con seguros médicos privados se ven obligados a limitar la cantidad de sesiones de diálisis semanales para disminuir el copago.
Indicó además, que los pacientes renales llegan hasta a firmar compromisos de pago con las clínicas privadas, lo cual afecta considerablemente la calidad de vida de los mismos y los lleva a recurrir a las emergencias y agrava de su condición.
En comunicación dirigida a Pedro Luís Castellanos, destacó: “Muchos pacientes que cuentan con seguros privados se están dializando en hospitales públicos debido a que allí no se les cobra ni al paciente y en muchos casos, tampoco a las ARS y es el Estado quien asume el costo de dicha terapia que incluye el uso de filtros, líneas y varios insumos costosos, más los equipos y medicamentos de rigor, con el agravante de que las mayoría de las ARS no le paga a los hospitales por ese servicio a sus afiliados, convirtiéndose el enfermo renal, en una carga pública y un ahorro a favor de las ARS".
La resolución 151-09 emitida por el CNSS dispone el pago de una “Cuota Moderadora Variable: 20% del valor del servicio con tope de dos salarios, cotizables”, en virtud de lo cual, los pacientes en diálisis deben pagar más de 23 mil pesos por las hemodiálisis recibidas, lo cual agrava más su difícil situación económica, que en muchos casos los lleva a hipotecar o vender sus bienes, pedir dinero a sus familiares o allegados para, medianamente sostenerse y de alguna manera sobrevivir con extremas precariedades.
“Y es que la insuficiencia renal crónica es una enfermedad incurable que para el paciente poder mantener una calidad de vida medianamente aceptable implica grandes gastos económicos en medicamentos, cirugías para construcción de fístulas arteriovenosas cada día más costosas”, destacó Castillo, quien lleva 19 años dependiendo de la hemodiálisis luego de que sus riñones colapsaran.
Indicó además que los pacientes con insuficiencia renal crónica asisten tres veces a la semana a las salas de hemodiálisis a recibir la terapia durante cuatro horas, normalmente con un acompañante, dependiendo de su condición de salud.
“Hay muchas cosas que arreglar en el Sistema Dominicano de Seguridad Social que limitan la calidad de vida del paciente renal y los pacientes de todas las enfermedades de alto costo y que al final lo llevan a la muerte”, destacó Castillo, presidente también de la Coalición Dominicana de Ong por la Defensa de la Salud, entidad que agrupa a más de 16 organizaciones de pacientes con enfermedades de alto costo y complejidad.
Dijo que algunas de las cosas que hay que arreglar es la falta de cobertura de procedimientos vasculares, medicamentos para el control de la PTH, el fósforo, potasio, limitaciones en la cobertura para las analíticas previas al trasplante renal.
“Definitivamente, la Ley 87-01 debe modificarse ya para adecuarla a las necesidades de los afiliados y adecuarla a una cobertura de procedimientos modernos y menos invasivos,” finalizó el presidente de Sendero de Vida.