Luis Ortega, psiquiatra infantil | Foto: kelvin de la Cruz
El psiquiatra infantil Luis Ortega aseguró este jueves que durante la pandemia por el enclaustramiento han aumentado las patologías y condiciones mentales en niños y adolescentes.
Durante una entrevista en La Receta Médica, Ortega explicó que hay mucho retraso en el nivel de maduración normal de cerebro de un niño de cinco o seis años, ya que según dijo con el enclaustramiento se han disminuido los estímulos de los diferentes sentidos por que los infantes no tienen espacio para correr, divertirse y aprender.
Mientras que en el caso de los adolescentes, indicó que estos tienen menos necesidad de el contacto físico constante, por lo que pueden llevar un poco mejor el enclaustramiento, a pesar de que en ellos pueden aparecer trastornos de ansiedad, trastornos depresivos, que son muy característicos de la adolescencia, pero que con el confinamiento tienden a activarse.
“Fíjense como cosas diferente, en las diferentes edades pediátricas se han visto aumentada, porque si lo que hemos visto en general es que las patologías mentales, las condiciones mentales han aumentado en forma exponencial”, manifestó el psiquiatra infantil.
Sobres las condiciones mentales que han impactado a estos infantes durante la pandemia, detalló que los más frecuentes son los trastornos conductuales, como los niños hiperactivos y la ansiedad en niño se seis o siete años como: el miedo, la fobia, el trastorno del sueño, lo que a su juicio es muy preocupante.
“La verdad que la cantidad de consulta que hemos tenido que tener en el principio de la pandemia, online y ahora cuando comenzamos a tener algunos pacientes físicos ha sido increíblemente aumentada, y eso, y eso a pesar de que la parte privada puede ser mejor, a nivel de salud colectiva a nosotros nos preocupa como salud mental”, argumentó Luis Ortega.
En cuando al momento de que los padres deben preocuparse por el comportamiento de sus hijos durante la pandemia, sostuvo que hay que tener en cuenta, que el niño se sienta bien, que esté en el entorno adecuado y que el comportamiento este dentro los limitas normales, ya que según dijo que un niño que corra, que se moleste o se ponga triste algunas veces, no es un candidato de ver a un psiquiatra, pero cuando esas acciones se prolonga y llega al extremo si lo necesita.
