La oposición haitiana anunció este martes la reanudación de las movilizaciones a partir de mañana y convocó a una marcha para el próximo viernes para exigir la renuncia del presidente, Jovenel Moise, y volvió a rechazar el diálogo.
"El viernes vamos a marchar en todo el país para sacar a Jovenel Moise del Palacio Nacional; el momento del diálogo ha pasado y el Gobierno no tiene nada que ofrecer. Las promesas del Gobierno son políticas que nunca va a poder implementar", afirmó en una rueda de prensa André Michel, uno de los líderes de la oposición.
"Vamos a sacar a este poder corrupto que solo quiere acabar con lo que queda en el país", agregó Michel, del Sector Democrático y Popular, que agrupa a varios líderes de oposición y organizaciones sociales.
Michel también denunció que los siete extranjeros y un haitiano, detenidos esta semana por posesión ilegal de armas de guerra son mercenarios que estaban en el país para trabajar para el Gobierno y que presuntamente tenían en su mira a dirigentes de oposición.
El portavoz del Sector Democrático y Popular también señaló que, según sus informaciones, hay personas del Gobierno que están presionando a la policía para que los liberen.
Los detenidos son cinco estadounidenses, dos serbios y un haitiano quienes, de acuerdo con la Policía, tenían en su poder varias ametralladoras, pistolas, chalecos antibalas, drones y teléfonos satelitales, entre otros equipos.
Mientras tanto, Moise se reunió hoy con el expresidente Jocelerme Privert, para tratar de iniciar un diálogo para sacar al país de la seria crisis económica y política que atraviesa.
Fuentes del Palacio Nacional informaron de que el jefe de Estado se reunió también con empresarios agrupados en el Foro Económico.
Además, el Gobierno haitiano anunció que se crearán 200.000 empleos en el corto plazo para ayudar a los sectores más vulnerables.
El 7 de febrero, coincidiendo con el segundo aniversario de la llegada de Moise a la Presidencia, se iniciaron violentas protestas en Haití, que se prolongaron durante toda la semana y causaron al menos nueve muertos, en medio de una severa crisis económica que se agravó este año por una fuerte depreciación del gourde, la moneda oficial, y por los fallos en el suministro de electricidad derivados de la escasez de combustibles.
Desde el pasado sábado, Haití, el país más pobre de América, ha ido poco a poco retornando a la normalidad y saliendo de la paralización en la que se mantuvo desde el 7 de febrero.