Vista de un refugio donde hay más de 1200 personas, la mayoría son niñas y mujeres mayores I Foto de archivo: EFE/ Johnson Sabin
Haití enfrenta por primera vez una temporada de huracanes sin reservas alimentarias de emergencia almacenadas, debido a la falta de financiación para la respuesta humanitaria. La situación coincide con un agravamiento de la crisis social y de seguridad en el país, según advirtió este martes la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) informó que sus equipos no disponen actualmente ni de alimentos almacenados ni de fondos suficientes para activar una respuesta inmediata en caso de huracanes u otros eventos climáticos extremos. En años anteriores, la agencia estaba en capacidad de asistir entre 250,000 y 500,000 personas tras un desastre. Sin embargo, la ausencia de reservas de contingencia y liquidez operativa deja a las comunidades más vulnerables completamente expuestas.
La ONU también indicó que, si bien hay kits de emergencia con agua y artículos de higiene para unas 100,000 personas y provisiones básicas para el hogar para unas 20,000, esos suministros no incluyen alimentos y no son suficientes para cubrir las necesidades básicas en caso de una emergencia de gran escala.
A esta situación se suma la limitada capacidad logística del país, lo que incrementa el riesgo de retrasos críticos en las primeras horas de respuesta ante un desastre natural.
Las agencias humanitarias mantienen sus operaciones en coordinación con las autoridades nacionales, pero reconocen que el contexto de inseguridad y escasez de recursos compromete gravemente su capacidad de acción. Por ello, han reiterado el llamado urgente a la comunidad internacional para aportar fondos que permitan sostener la asistencia humanitaria en los próximos meses.
Actualmente, Haití atraviesa una crisis humanitaria marcada por la violencia armada, que ha desplazado a cerca de un millón de personas. Además, casi la mitad de la población vive en situación de inseguridad alimentaria, lo que agrava su vulnerabilidad frente a fenómenos naturales como huracanes o inundaciones.
