A pesar de que aumentó el número de países que cuentan con un estrategia nacional de prevención de suicidio, el número (38 países) todavía es muy bajo, por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) llamó a los Gobiernos a comprometerse a establecerlo.
En el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio este 10 de septiembre el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, expresó que a pesar del progreso una persona muere cada 40 segundos por suicidio.
En cuanto a la región de las Américas, la Organización Panamericana de la Salud, reveló que el suicidio constituye la principal causa de muerte. Cada año más de 81 000 personas se quitan la vida en la región, el 56 % de ellas en Estados Unidos y Canadá.
“El suicidio es un tema complejo, con una multitud de factores intervinientes, por lo tanto no hay una sola respuesta a este problema”, indicó Claudina Cayetano, asesora regional en suicidio de la OPS.
Cayetano explicó que las estrategias de prevención abarcan la vigilancia, la restricción de los medios utilizables para consumar el suicidio, directrices para los medios de difusión, la reducción del estigma y la concientización del público, así como la capacitación del personal de salud, educadores y policías, entre otros.
Desafío y obstáculo
El estigma, particularmente en torno a los trastornos mentales y el suicidio, disuade de buscar ayuda a muchas personas que piensan en quitarse la vida o han tratado de hacerlo y, por lo tanto, no reciben la ayuda que necesitan, destacó la OMS.
Agregó que la prevención del suicidio no se ha abordado apropiadamente debido a la falta de sensibilización respecto del suicidio como problema de salud pública principal y al tabú existente en muchas sociedades para examinarlo abiertamente.