a Organización Mundial de la Salud (OMS) defendió hoy la labor de las autoridades japonesas y su decisión de mantener en cuarentena a los pasajeros del crucero "Diamond Princess", pese al creciente número de afectados por el coronavirus de Wuhan a bordo, que hoy superó el medio centenar.
"Es muy fácil juzgar a posteriori sobre decisiones de salud pública", criticó en una rueda de prensa el director ejecutivo de la OMS para Emergencias Sanitarias, Michael Ryan, ante las dudas sobre si la cuarentena al crucero ha servido para convertir a éste en el mayor foco de la epidemia fuera de China.
"Inicialmente se tomó la decisión para mantener a los pasajeros juntos en un entorno donde pudieran ser observados en habitaciones aisladas, y se vio como algo preferible a dispersarlos a otras partes del mundo", añadió el responsable de coordinar la lucha contra el COVID-19 con el resto de agencias de Naciones Unidas.
En la misma rueda de prensa, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, reconoció que el "Diamond Princess", atracado en Yokohama, es el único foco fuera de China donde se está produciendo una transmisión continuada del virus entre humanos.
"Hay ciertos entornos donde un coronavirus puede extenderse con mayor facilidad, como hemos visto en el crucero o en el Hotel Metropole (establecimiento de Hong Kong donde se dieron masivos contagios del SARS en 2003), pero debemos mantener la tranquilidad y poner las cosas en perspectiva", añadió Ryan.
"Debemos recordar que muchos pasajeros en el barco no han enfermado y muchos de los afectados tienen síntomas moderados", subrayó.
Las autoridades de Japón anunciaron hoy 88 nuevos casos de coronavirus en el "Diamond Princess", lo que eleva a 542 los contagios a bordo hasta ahora, en vísperas de que termine la cuarentena a la que se sometió a las 3.700 personas que había a bordo.
Algunos países optaron por repatriar a los pasajeros de sus respectivas nacionalidades a bordo, como Estados Unidos, Corea del Sur, Filipinas, Israel, Italia y Canadá.