La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) advirtió este jueves sobre un incremento preocupante en la deportación de personas en situación de vulnerabilidad desde la República Dominicana hacia Haití, incluyendo mujeres embarazadas, lactantes, niños y recién nacidos.
El 22 de abril, el personal de la OIM desplegado en el cruce fronterizo de Belladère, Haití, recibió a 416 personas deportadas en un solo día, entre ellas once mujeres embarazadas y 16 en período de lactancia.
Dijo que aunque los equipos de la organización no están presentes durante las deportaciones, ofrecen asistencia humanitaria inmediata a su llegada, ya que muchos son repatriados sin recursos ni redes de apoyo. Entre la ayuda brindada se incluyen alimentos, agua, kits de higiene con artículos de dignidad, atención médica básica, referencias a centros de salud, apoyo psicosocial y alojamiento temporal, especialmente para las mujeres lactantes.
Recordó que la situación humanitaria en el interior de Haití se agrava por el aumento de la violencia y la disminución de la financiación para servicios esenciales. El Departamento Centro, en particular, enfrenta una crisis severa con más de 51,000 desplazados recientemente, más de la mitad de ellos menores, a causa de ataques armados y la expansión de grupos criminales. Muchas de estas personas se encuentran refugiadas en condiciones precarias o en asentamientos improvisados.
La inseguridad también ha paralizado importantes infraestructuras médicas. El Hospital Universitario de Mirebalais, con unas 300 camas y que atendía a cerca de 850 pacientes diarios, incluidos servicios especializados en maternidad y oncología, suspendió sus operaciones debido a ataques armados y el colapso del orden público en la zona.
Los hospitales St. Therese en Hinche y Albert Schweitzer en Artibonite, que aún operan, están bajo enorme presión. Enfrentan escasez crítica de suministros médicos, oxígeno y kits de emergencia. Desde el cierre del hospital de Mirebalais, han atendido a más de 200 pacientes con heridas de bala, cuadros de cólera, desnutrición y otras emergencias. Solo St. Therese ha recibido a más de 3,500 desplazados, triplicando su capacidad habitual de atención.
La OIM reiteró el llamado a garantizar el respeto a los derechos humanos durante los procesos de deportación y a fortalecer la respuesta humanitaria ante el rápido deterioro de la situación en Haití.