Un nuevo terremoto de magnitud 5,3 en la escala de Richter sacudió la madrugada de este martes la isla griega de Zante, en el mar Jónico, sin que se hayan reportado daños.
El temblor forma parte de la serie de réplicas que se están registrando desde el seísmo de 6,4 registrado el viernes pasado.
Según el Instituto Geodinámico del Observatorio Nacional de Atenas, el movimiento telúrico tuvo lugar a las 04.59 hora local (02.59 GMT) y su epicentro se situó en el mar a una profundidad de 10 kilómetros, 48 kilómetros al oeste de Zante y a 294 kilómetros al oeste de Atenas.
El presidente del organismo de Planificación y Protección contra Terremotos, Efthimios Lekkas, señaló en declaraciones a la cadena de televisión Skai que el seísmo ha permitido que se libere "una gran cantidad de energía", lo que reduce las posibilidades de que se produzca una réplica potente.
Las autoridades locales anunciaron que hoy permanecerán cerradas las escuelas como medida de precaución, a pesar de que en los peritajes realizados hasta el momento no se han detectado mayores daños en los edificios de centros educativos.
A pesar de su potencia, el terremoto del pasado viernes no causó víctimas, aunque sí daños en el puerto de la isla, desprendimientos en carreteras y daños en algunas fachadas, incluida la de un monasterio del siglo XIII.
El sábado las autoridades locales declararon el estado de alerta en la isla para poder "hacer frente a situaciones de emergencia y gestionar las consecuencias resultantes del terremoto".
El sismo se sintió hasta en Italia, Albania y Libia, y ha desplazado la superficie de la isla en al menos 3.
En los últimos días se han registrado decenas de réplicas que han llegado a alcanzar una magnitud de 4,8 pero su frecuencia se ha reducido sensiblemente.