Las cárceles de la ciudad de Nueva York tienen menos de 8.000 presos por primera vez en casi 40 años, según anunció hoy el alcalde Bill de Blasio, que reiteró su intención de acabar con "la era del encarcelamiento masivo".
La Administración del demócrata De Blasio ha apostado desde su llegada al poder por tratar de limitar el porcentaje de prisioneros, reduciendo el número de arrestos, optando por otro tipo de penas para delitos menores y limitando el uso de la prisión provisional.
"Durante años, hubo en esta ciudad la creencia popular que decía que sólo se podía lograr una ciudad más segura a base de arrestos. ¿Saben qué? La creencia popular era equivocada", dijo el alcalde en un discurso para presentar sus prioridades para este año.
Según cifras oficiales, en diciembre las cárceles de Nueva York tuvieron una media de 7.959 presos cada día, un 11 % menos que un año antes.
De Blasio apuntó hoy que el año pasado el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) llevó a cabo 140.000 arrestos menos que el año que se inició su mandato, en 2014.
Al mismo tiempo, la seguridad en la Gran Manzana sigue mejorando, con los crímenes en mínimos históricos y con el menor número de homicidios desde 1951.
"Menos y menos arrestos y la criminalidad baja y baja", destacó el alcalde, destacando la labor del NYPD.
El objetivo de Nueva York, que tiene más de 8,6 millones de habitantes, es reducir la población carcelaria por debajo de las 5.000 personas, entre otras cosas para facilitar el cierre del polémico penal de Rikers Island, considerado uno de los más peligrosos del país.
"La era del encarcelamiento masivo no empezó en la ciudad de Nueva York, pero terminará en la ciudad de Nueva York", insistió De Blasio.