La Comisión de Derechos Humanos del Ayuntamiento de Nueva York emitirá nuevas guías para calificar como discriminación el que una persona sea motivo de despidos u hostigamientos por su tipo de cabello o por como lo lleve, e impondrá multas como sanción.
Aunque la medida aplicará a todo los neoyorquinos en sus centros de trabajo, escuelas y lugares públicos, busca frenar el trato desigual principalmente contra personas negras y serán las primeras de este tipo que se adoptan en el país, según adelantó The New York Times.
Las nuevas guías, que se darán a conocer con detalle esta semana y que impondrá multas de hasta 250.000 dólares, surgen luego de que la Comisión municipal investigara denuncias de trabajadores en un centro sanitario y una organización sin ánimo de lucro en El Bronx, así como de un salón de belleza en Manhattan y un restaurante en el distrito de Queens.
Las guías serán un recurso legal para aquellos individuos que hayan sido hostigados, amenazados, castigados o despedidos por la textura de su cabello o el estilo en que lo lleva.
En concreto, señalará el derecho de los neoyorquinos a mantener su cabello natural, tratado o sin tratamiento, a tenerlo rizado, llevar afros, trenzas africanas, torcido, moñitos o desteñidos.
La Comisión podrá obligar también a cambios en las políticas de las instituciones y a reemplear a los afectados.
No obstante, esta política no interferirá con reglas existentes de salud y seguridad.
Las nuevas guías estarán basadas en el argumento de que el cabello es inherente a su raza y es por lo tanto protegido bajo las leyes de derechos humanos que prohíbe la discriminación basada en raza, género, origen, religión y otras categorías protegidas, indica además el Times.
También señala que hasta la fecha no hay un precedente legal en la corte federal para la protección del cabello.
Recordó que la pasada primavera la Corte Suprema del país rechazó un pedido del Fondo para la Defensa Legal de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP) para revisar el caso de una afroamericana, Chatity Jones, que rescindió una oferta de trabajo en 2010 en una compañía de seguros en Alabama.
Jones rehusó el pedido de la compañía de recortar su cabello rasta para poder tener el empleo.
El Times destaca además que la Comisión de Derechos Humanos de Nueva York es una de las más progresistas del país porque reconoce muchas más áreas de discriminación que la ley federal, incluyendo en en el empleo, vivienda, embarazo y estatus civil.
Además realizan investigaciones y pueden citar a testigos bajo pena de desacato y procesar las violaciones.
La directora de la Comisión de Derechos Humanos, Carmelyn P. Malalis, explicó al Times que señalar a una persona por su cabello es perpetuar los estereotipos racistas que dicen que los estilos de cabellos de la gente negra son impropios o no son profesionales.
El Times recuerda varios casos a través del país de discriminación por el cabello como el ocurrido a un estudiante negro el diciembre pasado en Nueva Jersey cuyo entrenador le prohibía participar en una competición de lucha si no cortaba sus trenzas rastas.