La ciudad de Nueva York, tras haber obligado a todos sus trabajadores del sector sanitario y educativo a vacunarse, impondrá ahora el mismo mandato al resto de funcionarios, que tendrán hasta el viernes 29 de octubre para ponerse, al menos, la primera dosis de la vacuna.
Así lo anunció este miércoles el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, en un programa de radio matutino y en una rueda de prensa donde precisó que todo aquel que no se vacune para esa fecha será puesto en excedencia obligatoria.
"Ahora es un mandato para todas las agencias de la ciudad, para todos los trabajadores de la ciudad. Es hora de que todos se vacunen. Nuestros empleados públicos nos sacarán de la era covid", dijo De Blasio.
De Blasio defendió que la obligación impuesta a los empleados sanitarios y los profesores funcionó e insistió en que era hora de que otros servicios como la policía, los bomberos o los trabajadores del sistema de transporte también se inoculen la protección contra la covid-19.
Según los datos oficiales ofrecidos por el regidor, el 96 % de los trabajadores del departamento de Salud y el 95 % de los del sistema de salud han recibido sus dosis.
Además, apuntó que la suspensión temporal de quienes se negaron a vacunarse no causó interrupciones en escuelas y hospitales.
En los departamentos donde no se ha impuesto la obligatoriedad de la vacuna, los trabajadores que se resisten a vacunarse podían hasta ahora optar por hacerse una prueba de covid-19 semanalmente.
Sindicatos de profesores y sanitarios llevaron ante los tribunales la decisión del regidor neoyorquino, pero hasta el momento los tribunales se han manifestado a favor de la imposición de la vacuna.
San Francisco es la otra gran ciudad del país que ha tomado medidas similares para sus funcionarios, que también tienen hasta el 1 de noviembre para vacunarse.