Un grupo de mujeres en Australia presentaron una una demanda contra el laboratorio Bayer por los graves efectos adversos provocados por el uso del método anticonceptivo Essure, informan este lunes fuentes legales.
La medida sigue los pasos de otras querellantes afectadas en países como España, Estados Unidos o Canadá, entre otros.
Ebony Birchall, de la firma legal Slater and Gordon indicó en un comunicado que Essure, que se vendió como un implante "rápido, efectivo, mínimamente invasivo y que podía ser insertado en consultorio médico", fue "increíblemente dañino para las mujeres que sufrieron complicaciones (a raíz de su uso)".
La firma legal cifra en cientos el número de mujeres en toda la nación oceánica que sufrieron complicaciones por el implante, sin precisar cifras concretas.
El Essure es un microinserto con forma de espiral que se coloca en las trompas de Falopio provocando la oclusión de las mismas.
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A algunas de las víctimas australianas fue necesario extirparles el útero tras el uso del dispositivo, a raíz de su oxidación y el aumento de los niveles de níquel, lo que causó problemas en otros órganos.
Las mujeres que utilizaron este implante en el país también sufrieron complicaciones en la regularidad de sus menstruaciones, dolores abdominales, pélvicos y musculares, así como la reducción de la libido.
Tanya Davidson, un ama de casa australiana con cuatro hijos, dijo que vivió "ocho años de infierno" tras colocarse el implante, según el comunicado.
Ella padeció de pérdida del cabello, sangrado menstrual intenso, fatiga crónica, problemas gástricos, dolores agudos de ovarios y pérdida de las funciones cognitivas.
"La pérdida de las funciones cognitivas fue lo más terrorífico y parece que esto empeora (…) cada día me despierto sintiendo una nube en el cerebro, tengo problemas para recordar cosas simples, como los nombres de los objetos cotidianos o perderme en medio de una frase", comentó Davidson.
"Pensaba que estaba padeciendo de Alzheimer", aseguró la australiana, quien comenzó a utilizar el dispositivo en 2010.
En 2016 y tras detectársele alergia al níquel, Davidson optó por abandonar el método pero en la intervención de extracción se rompió el aparato, lo que la obligó seis meses después a someterse a una histerectomía debido a los daños causados por los fragmentos que se quedaron dentro de su organismo.
Bayer llamó a devolución este implante en Australia en mayo y en julio adoptó una medida similar en Estados Unidos, en donde al igual que Canadá y Reino Unido se entablaron demandas por los defectos del Essure.
El mes pasado también un grupo de mujeres presentó una demanda en España contra Bayer, la Agencia de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) y la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (Sego) en la que denuncia lesiones y estafa o "fraude científico"