El juez federal argentino Claudio Bonadio, quien tenía a su cargo varias causas emblemáticas sobre corrupción e investigaba a la exmandataria y actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, murió ayer martes a los 64 años en Buenos Aires, informaron a Efe fuentes judiciales, que no indicaron la causa del óbito.
Bonadio había sido intervenido quirúrgicamente por un problema de salud el año pasado pero reanudó su trabajo normalmente hasta diciembre, tras lo cual se tomó un mes de vacaciones y luego decidió solicitar una licencia compensatoria hasta el 1 de marzo, precisaron desde la secretaría del Juzgado Federal 11, que encabezaba el magistrado.
El juez, que contaba con una dilatada trayectoria de 26 años como juez federal, llevaba adelante causas de fuerte impacto político.
Bonadio llevó a juicio a Fernández de Kirchner, que fue presidenta entre 2007 y 2015, y le dictó nueve prisiones preventivas con pedidos para que le quitaran los fueros parlamentarios que la protegían, a la vez que investigó a numerosos exfuncionarios kirchneristas.
El magistrado llevaba el caso conocido como "los cuadernos de la corrupción" sobre el supuesto pago de sobornos por parte de empresarios a altos exfuncionarios del Gobierno de Fernández de Kirchner y por el cual procesó a la actual vicepresidenta, acusada de ser la supuesta jefa de una asociación ilícita.
Fernández de Kirchner afirmó en varias oportunidades que era víctima de una "persecución judicial" y se refirió a un "lawfare", una guerra judicial.
La abogada Graciana Peñafort, que representó en algunas causas a Fernández de Kirchner y actualmente es directora de Asuntos Jurídicos del Senado, afirmó este martes que Bonadio "nunca fue un buen juez".
"Era un señor que venía de la política y que se dedicaba a perseguir gente", declaró la funcionaria a Radio con Vos.
Otras voces, como el abogado Mariano Cúneo Libarona, destacaron su "independencia" en el Poder Judicial.