En un acto realizado ayer viernes por el Movimiento Popular Dominicano (MPD), en el Cementerio Nacional de la avenida Máximo Gómez, fue recordado el líder estudiantil y revolucionario Amín Abel Hasbún, asesinado hace 51 años.
Un comunicado de prensa enviado a Z Digital explica que el homenaje estuvo encabezado por Fernando Hernández Gómez, vocero nacional del MPD, quien tuvo a su cargo las palabras centrales, en las que resaltó las cualidades que poseía Amín Abel como revolucionario y las virtudes que como ser humano les distinguieron.
“Realmente Amín es uno de los seres humanos que nunca mueren. Mientras más pasa el tiempo, más se eleva su figura. Es un ícono, un ejemplo para todos nosotros los revolucionarios y especialmente para la juventud estudiosa del país y de América Latina”, expresó Fernando Hernández.
Indicó que Amín Abel “no sólo fue un hombre de acción, sino también un gran pensador revolucionario”, al recordar que inició la obra “América Latina busca su camino”, en la que explica que los pueblos latinoamericanos andan en constante búsqueda de su camino, con las ganas de reencontrarse con su independencia.
El portavoz del MPD aseguró que los Estados Unidos no va a permitir ningún “gobierno decente” en la República Dominicana y que boicoteará cualquier asomo de cambio hasta con la violencia, tras señalar que necesariamente tendrá que ser por la vía revolucionaria.
Al acto conmemorativo asistieron Musa Abel Hasbún, hermano del extinto líder revolucionario, y otros familiares, profesores de la UASD, activistas del Falpo, dirigentes y miembros del Felabel, organización estudiantil que enarbola sus ideales de Amín Abel. También estuvo presente Ignacio Soto, dirigente sindical y de la Izquierda Revolucionaria.
Inició su activismo revolucionario en el Movimiento 14 de Junio (1J4), tras la Guerra Patria de Abril del 1965, junto a un grupo de dirigentes denominados “no transformistas”, que se opusieron a que el 1J4 transformara en partido de la clase obrera, porque ya existía el MPD, Amín Abel pasó a las filas de esta organización, en la que alcanzó ser miembro de su Comité Central.
En su etapa de dirigente estudiantil, fue presidente electo de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED), en tres ocasiones. Por la persecución de la Policía Nacional y de otros organismos de seguridad del Estado, sufrió encarcelamientos y pasó varios años de su vida de revolucionario en la clandestinidad.
Tampoco impidió que terminara el pensum de la carrera de Ingeniería Civil con notas Magna Cum Laude, ni que con toda responsabilidad y consecuencia asumiera la política de su partido de “lo mejor al campo”, que lo llevó a Arenoso y otros campos en el Bajo Yuna, en la región Noreste, a organizar a campesinos e impulsar la lucha por la recuperación de tierras, que forzó al gobierno de Balaguer al reparto de predios agrícolas y años después a la Reforma Agraria.
Cuando el gobierno de Balaguer arrecia la represión política y la vida de decenas de dirigentes de revolucionarios encarcelados estaba en peligro, incluido la de Maximiliano Gómez (El Moreno), máximo dirigente del MPD, Amín Abel encabezó un comando que el 24 de marzo de 1970, secuestró al agregado militar de la Embajada de Estados Unidos, Donald J. Crowley, con el que lograron negociar la entrega del militar norteamericano por la liberación de veinte presos políticos, los cuales viajaron a México.