Guillermo Moreno afirmó que los empleados públicos, guardias y policías padecen los altos precios de los alimentos y dijo que muchos “no pueden satisfacer mínimamente sus necesidades básicas con los actuales salarios”, por lo que considera inaplazable que el Gobierno disponga un aumento salarial que les beneficie.
El presidente de Alianza País calificó de inequitativo e irracional la actual distribución salarial en el sector público. Recordó que el Banco Central estableció en junio pasado que la canasta familiar de alimentos básicos para una familia pobre es de 22,236 pesos. Cientos de miles de empleados públicos ganan por debajo de dicha cifra, llegando incluso a devengar menos de diez mil pesos, continuó exponiendo Moreno.
El político expresó que los altos funcionarios tienen “sueldazos de lujo de 500 mil, 700 mil, de un millón y hasta de dos millones de pesos”, lo que calificó como lo grave de la situación actual.
A su vez, consideró inaceptable que el gobierno de Luis Abinader no haya dispuesto un aumento de salarios para los empleados públicos que reciben sueldos por debajo de los distintos niveles de la canasta familiar de alimentos y declaró que el recién aumento del salario mínimo resultó "mucha espuma y poco chocolate".
Moreno señaló que por primera vez un aumento salarial lo celebró más la cúpula empresarial que los trabajadores. Comentó que razón de la "contentura" de la cúpula empresarial se debió a que la resolución del aumento se acompañó de la reclasificación de las empresas, lo que se tradujo en que el aumento de salarios por un monto menor al anunciado.
“El aumento salarial divulgado, además de no aplicarse a los empleados públicos, tampoco beneficiará a los trabajadores de sector turismo, zonas francas, construcción, trabajadores agrícolas ni a las trabajadoras domésticas, entre otros”, puntualizó.