Las consecuencias del supuesto golpe de Estado contra el presidente de Haití, Jovenel Moise, continuaron este viernes con el nombramiento de tres jueces que sustituirán en la Corte de Casación a los magistrados depuestos por el mandatario por haber sido parte de la presunta conspiración.
Los flamantes magistrados de la Corte Suprema, nombrados por decreto, son Octélus Dorvilien, Louiselmé Joseph y Pierre Harry Alexis, pero su designación aparentemente no se ajusta a la Constitución en lo relativo a la elección de los integrantes del alto tribunal.
TENSIONES CRECIENTES CON LOS JUECES
Lo mismo sucede con la orden ejecutiva con la que Moise, el pasado lunes, retiró de manera forzosa a los jueces Joseph Mécène Jean Louis, Wendelle Coq Thelot y Yvickel Dabrésil, siendo este último, además, una de las 20 personas detenidas el sábado pasado por urdir el complot contra el mandatario, cuya puesta en libertad no se produjo hasta el jueves.
En un paso más contra los magistrados opositores, el Gobierno emitió este viernes una prohibición de salir del país contra el magistrado Jean Louis, que fue enviada a las autoridades migratorias.
La polémica orden de Moise de cesar los jueces ha provocado respuestas de varios países y de organismos internacionales, como la Organización de Estados Americanos (OEA), además de quejas dentro de Haití.
Para la Asociación Profesional de Magistrados (APM) el decreto que dispone los nombramientos es "ilegal y arbitrario" por ir contra los procedimientos establecidos para el nombramiento de jueces, según expresó la entidad en una rueda de prensa celebrada este viernes.
Sin embargo, el propio Moise defendió la legalidad de los nombramientos asegurando en Twitter que eligió a los nuevos jueces de entre "una lista previamente enviada por el Senado", lo que es un requisito constitucional en el caso de los magistrados de la Corte de Casación.
El Senado, que está prácticamente clausurado desde hace un año porque terminó el mandato de dos tercios de sus miembros, no ha confirmado ni desmentido esa información.
El presidente haitiano mantiene un pulso con el poder judicial desde el pasado fin de semana, hasta el punto de que fue otro magistrado de la Corte de Casación, Joseph Mécène Jean Louis, quien asumió, a petición de partidos opositores, el cargo de "presidente interino" este lunes, un día después de que Moise denunciara el intento golpista.
Para los detractores de Moise, el pasado domingo 7 de febrero acabó su mandato de cinco años, pero el presidente hace una interpretación diferente de la Constitución, y se considera legitimado para mantenerse hasta el 7 de febrero de 2022, puesto que subió al poder en 2017.
AUMENTA LA PRESIÓN INTERNACIONAL
A las quejas de Estados Unidos y de la OEA por el trato a los jueces, se sumó este viernes Canadá, donde hay una importante comunidad haitiana, y cuyo ministro de Exterior, Marc Garneau, le transmitió hoy a su homólogo del país caribeño, Claude Joseph, su preocupación por el desarrollo de esta crisis.
Asimismo, instó "a todas las partes a entablar un diálogo para la renovación democrática", según informaron en sus respectivas cuentas de Twitter los departamentos de Exterior de Canadá como de Haití.
Del mismo modo, EE.UU., la OEA y la Comunidad del Caribe (Caricom) han expresado su apoyo a los planes de Moise de celebrar elecciones legislativas y las presidenciales el próximo septiembre.
PROTESTAS A LA BAJA
Mientras el Gobierno, la oposición y los jueces siguen con sus movimientos políticos, Puerto Príncipe va recobrando la normalidad tras la crisis abierta el fin de semana, algo palpable en el intenso tráfico y la actividad comercial, tanto formal como informal.
Este viernes se produjo una protesta antigubernamental que ha transcurrido hoy desde las inmediaciones del Palacio Nacional en la zona de Champs de Mars rumbo a Carrefour, al suroeste de Puerto Príncipe.
La marcha con unos pocos cientos de personas no ha perturbado demasiado la rutina en la ciudad, salvo por la quema de neumáticos para formar barricadas a lo largo de todo el trayecto, que ha discurrido sin mayores incidentes.
Para el próximo domingo hay una nueva convocatoria de protesta que la oposición espera sea multitudinaria a la que seguirán nuevas movilizaciones, al menos por una jornada consecutiva más.