Ramón Pepín y Douglas Borrell | Foto: MOPC
El ministro de Obras Públicas ingeniero Ramón Pepín en su primer día de trabajo de este año que recién inicia supervisó ayer miércoles las patrullas de carreteras de la autopista de Las Américas.
El ministro en compañía del director de la Comisión Militar y Policial teniente coronel Douglas Borrell; la ingeniera Cidenia Figari, de la Dirección Técnica; el ingeniero Mayobanex Hernández, del Programa de Mantenimiento de Carreteras y otros funcionarios de la institución, primero supervisó los puentes peatonales de la avenida 27 de Febrero esquina Máximo Gómez y avenida John F. Kennedy con avenida Máximo Gómez que han sido reacondicionado los que próximamente serán reinaugurado.
Posteriormente se trasladó a los corredores viales de la autopista Las Américas, chequeó las condiciones del paeje, se detuvo donde estacionan el kit de asistencia vial.
Un comunicado indica que durante su corrido, el ministro se percató de una asistencia vial que era ofrecida a un ciudadano que su vehículo presentó desperfecto durante su recorrido.
La rehabilitación de esos peatonales forman parte de un programa de rescate de los puentes peatonales del Distrito Nacional y de la provincia Santo Domingo, para devolverle la facilidad de uso a los ciudadanos.
Durante un recorrido de supervisión por los puentes peatonales de la avenida Máximo Gómez con John F. Kennedy y 27 de Febrero, el funcionario dijo que comenzaron con esas dos estructuras porque son las de mayor uso por parte de la ciudadanía.
Dijo que dentro del presupuesto del próximo año del ministerio que dirige se contempló una partida importante (no especificó) de recursos para rehabilitar todos los peatonales y devolverle la confianza a la gente de usarlos.
“Pedimos a los usuarios que cuiden esta gran obra, se ha hecho una gran inversión en economía y trabajo. El Ministerio de Obras Públicas seguirá trabajando en puentes peatonales porque todos nos merecemos una ciudad más segura”, sostuvo.
Exhortó a la ciudadanía a cuidar esas obras no solo por el costo que representan para el Estado, sino porque son muy necesarias para el tránsito peatonal de los ciudadanos que merecen una ciudad más segura.
