El ministro de Energía y Minas, Antonio Almonte, aclaró que la suspensión de la licitación de 800 megavatios con la que se completaría los 2000 anunciados por el Gobierno, se decidió luego de realizar un análisis técnico sobre los riesgos de ampliar la dependencia del sistema de generación basado solo en gas natural, por su alta dependencia de los conflictos regionales geopolíticos.
“Lo que concluimos en ese análisis fue que esos 800 megavatios debían lanzarse (licitarse), pero no solo de gas natural, sino 400 de gas natural y 400 basado en un tipo de planta que utilizan motores de combustión interna que son capaces de producir energía con gas o fuel oíl”, explicó el funcionario en una llamada a Juan TH en la Z.
Dijo que como el país depende en absoluto de la importación al no tener petróleo, tenían que introducir una mayor flexibilidad para poder utilizar un combustible u otro en las circunstancias que pudieran presentarse, pero que, para hacer ese cambio, había que cambiar las bases de la licitación.
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Precisó que para hacer ese cambio y ante algunas dificultades regulatorias, decidieron cancelar el acto de recibimiento de las ofertas sometiendo un informe con la solicitud a la Superintendencia de Electricidad.
“No podíamos hacer nada público, porque hasta que la Superintendencia no conozca o conociera ese informe y mediante resolución lo acogiera, según la ley el reglamento de licitaciones de energía, nosotros no podíamos darlo como un hecho y publicarlo”, argumentó.
En ese sentido, indicó que también hubo que esperar que las nuevas autoridades conocieran el informe tras la renuncia del entonces superintendente, por lo que están en espera de que ese órgano regulador emita la resolución para lanzar una nueva licitación con dos bloques.