Miles de dominicanos acudieron este lunes a varios templos católicos para venerar a la Virgen de la Altagracia, considerada por esa feligresía como la madre espiritual del país y a la que mayor devoción profesan.
Los principales actos religiosos se celebraron en la Basílica Nuestra Señora de la Altagracia ubicada en la ciudad de Higüey, donde el nuncio del Vaticano, Ghaleb Moussa Abdalla Bader, encabezó una eucaristía a la que asistió el presidente dominicano, Danilo Medina, altos funcionarios y políticos de oposición.
El prelado afirmó que los santuarios marianos son los más visitados en todo el mundo y que hay fieles que pueden olvidarse del Santísimo, pero "nunca lo hacen" de la Virgen María.
"Porque María es la más amada, la más conocida de todos nuestros santos, ella es nuestro refugio", refirió Bader.
Mientras se celebraba la misa en la abarrotada basílica, cientos de personas esperaban en el exterior por su término para tratar de ingresar al templo, luego de que se desmontara el dispositivo de seguridad instalado por la presencia del jefe de Estado.
La veneración a la Virgen María, en su advocación de la Altagracia, nació hace varios siglos. Ha permanecido en el corazón de millares de feligreses que todo el año y en especial cada 21 de enero, acude a Higüey. pic.twitter.com/W04a8YA9rl
— PresidenciaRD (@PresidenciaRD) 21 de enero de 2019
Muchas de esas personas llegaron al lugar el sábado pasado y este domingo para ofrecer promesas a la Virgen María y otros para dar testimonios de su poder sanador, según revelaron a la televisión local.
Medina, y su esposa Cándida Montilla, así como el canciller, Miguel Vargas, y otros altos cargos, intercambiaron saludos con el excandidato presidencial Luis Abinader del Partido Revolucionario Moderno (PRM, principal opositor), y con otros dirigentes adversos al oficialismo.
Uno de los últimos actos litúrgicos del día en la basílica será ofrecido en créole, ya que se espera la presencia de feligreses haitianos residentes en República Dominicana, quienes constituyen el mayor grupo de extranjeros residentes en el país.
En Santiago, segunda ciudad en importancia del país, el arzobispo Freddy Bretón Martínez pidió que la virgen interceda ante el desborde de la criminalidad y la violencia en el país, y que no se justifica que sigan en sus cargos aquellas autoridades que actúan con deficiencia.
La semana pasada desconocidos asesinaron a un hermano de Bretón en un frustrado intento por quitarle una motocicleta.
"Queremos condolencias, pero queremos también eficiencia, es decir portarse como autoridad y hacer hasta lo imposible para que no quede ni un crimen, no solo el de mi hermano sino el de todos", afirmó el arzobispo.
Mientras, decenas de personas fueron a la parroquia Nuestra Señora de la Altagracia ubicada en la Ciudad Colonial de Santo Domingo, donde algunas de ellas clamaron por la reducción de la violencia y la criminalidad en el país.
El sacerdote de la iglesia Melquis Acevedo de la Rosa condenó el aborto y también abogó por la paz y la tranquilidad de los ciudadanos.
En la ciudad de San Juan de la Maguana la devoción a la Virgen de la Altagracia se expresó con una concurrida misa en la catedral San Juan Bautista y con las tradicionales fiestas de atabales que se celebran en varios puntos de la demarcación.
De su lado, cientos de personas acudieron a un santuario en honor a la advocación mariana ubicado próximo al municipio de Jarabacoa, provincia La Vega.
La historia establece que el lienzo con la imagen de la Virgen de la Algracia que se venera en la basílica de Higüey fue traído a la entonces isla La Española en el siglo XVI por los hermanos españoles Alfonso y Antonio Trejo, quienes se trasladaron a esa ciudad del este dominicano.